Algunos de los más activos militantes de Vox no entienden esta maniobra de Santiago Abascal que les ha dejado fuera de cualquier capacidad de decisión política e ideológica en las comunidades autónomas. Con sus más y sus menos, Vox iba colocando sus obsesiones en el marco autonómico y eso se ha borrado de golpe. La única explicación que ven al portazo de Abascal es la posibilidad de que Pedro Sánchez convoque elecciones en octubre porque la solución Salvador Illa no salva finalmente nada en Cataluña y él mismo se queda sin apoyos para mantenerse en La Moncloa. Sería una explicación, pero esta opción no la ven en el PP. Los responsables de la formación en Baleares bien relacionados con Génova aseguran que no hay movimientos que apunten en esta dirección.
El PP descarta esa posibilidad de elecciones en Madrid y también en Baleares. Marga Prohens lo dejó bien claro en su comparecencia en respuesta al anuncio de ruptura de Vox. Ahora sí podría convocar elecciones porque ya ha pasado un año desde la convocatoria de la últimas, pero el resultado electoral no cambiaría prácticamente nada: probablemente saldría un PP mas fuerte y un Vox más débil pero Prohens seguiría necesitando a los de Patricia de las Heras para seguir gobernando y, ahora sí, la exigencia de Vox sería entrar en el Govern.
Habrá que ver hacia dónde conduce Prohens el Govern ahora que ya no tiene a Vox dentro. Si sabe sortear la dificultad de tener que aplicar una geometría variable y negociar a varias bandas y logra resultados, tal vez la opción de unas elecciones anticipadas en un año o en año y medio no sería una quimera. Mientras Podemos esté en el subsuelo electoral balear, no hay posibilidad de que la izquierda gobierne, así que, si ve indicios de que Podemos no remonta y de que Vox se desinfla, tal vez nos encontremos con unas elecciones antes de tiempo. Sería una opción de riesgo, eso sí.