La magistrada que investiga la denuncia de una mujer contra tres religiosos por abusos sexuales considera innecesaria la declaración como testigo del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull. A través de un auto notificado este martes a las parte, la instructora ha desestimado convocar tanto al prelado como al vicario judicial, Nadal Bernat.
La acusación particular, que representa a la mujer que denunció al sacerdote Julià Cifre Vanrell y a dos religiosos jesuítas, había solicitado la comparecencia de ambos para interrogarlos sobre el procedimiento canónigo llevado a cabo por la Iglesia en torno al primero de los denunciados. El procedimiento, que se siguió durante tres años en el Obispado de Mallorca concluyó que existió un daño a la víctima y que el imputado mantuvo durante años relaciones con ella. Sin embargo, la misma resolución señalaba que no existía «certeza moral» de que el religioso se hubiera aprovechado de una discapacidad.
La sentencia canóniga no llegaba a expulsar como sacerdote al ahora imputado pero sí le prohibía celebrar la eucaristía y le imponía una severa penitencia. La magistrada considera que la declaración del obispo y del responsable de la tramitación de este expediente no es pertinente ahora mismo en fase de instrucción y desestima citarles.
La acusación particular también solicitó una nueva comparecencia de la denunciante para ser interrogada. El juzgado también lo desestima dado que ya compareció en sede judicial para ratificarse en la denuncia que presentó contra los tres clérigos.
Quien sí declarará en la jornada de hoy es uno de los religiosos jesuitas investigado en la misma causa. El tercer investigado lo hará en el mes de julio. En el caso del que comparece esta mañana, está previsto que declare a través de videoconferencia desde la Península.
El primer investigado en declarar, Julià Cifre, admitió que mantuvo relaciones sexuales con la denunciante durante décadas pero negó que la forzara y señaló que siempre ocurrieron cuando ella era mayor de edad.