El Govern ha definido este viernes como «casi irrespirable» el clima de «tensión» que se vive en el Parlament y que, esta semana, se ha incrementado como consecuencia de la actuación de su presidente, Gabriel Le Senne, durante el debate para la derogación de la Llei de Memòria Democràtica en el que rompió la foto de Aurora Picornell mientras cerraba con malos modos el ordenador de la socialista Mercedes Garrido.
La expresión «casi irrespirable» la ha empleado hasta en tres ocasiones el portavoz del ejecutivo y vicepresidente del ejecutivo, Antoni Costa, en su comparecencia posterior a la reunión semanal del Govern.
Costa ha indicado que al presidente de la Cámara le toca «contribuir a rebajar la tensión y no aumentarla» y ha reiterado la necesidad de que Le Senne «reflexione» que ya le trasladó el jueves la presidenta Marga Prohens. Y ha añadido que debe reflexionar «sobre el uso que hace del cargo».
El portavoz ha respondido así en una pregunta sobre el uso del canal parlamentario para responder a la decisión del Gobierno estatal de denunciar a la Fiscalía su actuación en el pleno del martes en que rasgó (según Le Senne, sin pretenderlo) una fotografía de Aurora Picornell.
Costa ha evitado en cuatro ocasiones responder con un sí o un no a preguntas sobre sí Le Senne debía dimitir y si esa dimisión rebajaría el ambiente «casi irrespirable».
El portavoz del Govern también ha comentado, precisando que eso «es obvio» que de haber obtenido el PP mayoría absoluta en las elecciones de hace un año, el presidente de la Cámara habría sido del PP y no de Vox.
Costa ha extendido a los partidos de izquierda la necesidad de reflexionar y ha añadido que su partido, el PP, ya lo había hecho.