Álex Adrover, tras su paso por 'Supervivientes': «Me encantaría formar parte de un proyecto en Mallorca»

Álex Adrover, que perdió 20 kilos durante su participación en Supervivientes, tuvo que abandonar la competición debido a una lesión de rodilla de la que actualmente se está recuperando. A pesar de esta salida precipitada, Adrover se muestra satisfecho con la experiencia vivida y agradecido por el apoyo recibido. «Aprovecho para agradecer todo el cariño y apoyo que me han dado. El periódico Ultima Hora me ha acompañado desde mis inicios. Si no me falla la memoria, el primer artículo que publicaron sobre mí fue cuando tenía solo 16 años… ya han pasado 30 desde entonces, y siempre has estado ahí en los momentos clave», asegura a este periódico.

A pesar de la lesión que provocó su salida del programa, el actor mantiene una actitud positiva: «Después de mi lesión, aunque parezca mentira, me siento motivado. Estoy muy contento de haber llegado hasta donde estoy. Algo me dice que las cosas suceden porque tenían que suceder. Mi único objetivo ahora es ponerme en mejor forma que nunca y fortalecer la pierna al máximo, para poder seguir haciendo lo que más me gusta: correr». Respecto a sus planes profesionales, Adrover tiene claro que su prioridad inmediata es el desarrollo de su marca Yogini: «No solo con los retiros de yoga que tenemos entre manos, sino con todas las novedades que iremos incluyendo. Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: acercar el yoga y la meditación a todo el mundo, para que cada vez más personas descubran lo mucho que pueden ayudar en el día a día y en ese camino hacia nuestra mejor versión».

El actor mallorquín se muestra ilusionado ante la posibilidad de trabajar en su tierra natal: «Me encantaría formar parte de algún proyecto en Mallorca. Trabajar en mallorquín siempre me emociona, y ojalá pronto surja algo que me permita sentirme más que nunca en casa». Uno de los proyectos que más ilusión le hace es el lanzamiento de Yogimi Experience: «Es mucho más que un retiro. Es una experiencia con el yoga como hilo conductor, que nos va a permitir por fin reunirnos con todas esas personas que nos han acompañado desde el confinamiento. Tendremos fechas durante todo el verano —julio, agosto y septiembre— y la idea es seguir haciendo convocatorias también durante el invierno».

Al preguntarle sobre los aspectos más duros de su participación en el reality, Adrover lo tiene claro: «Ha sido un cúmulo de desafíos, uno tras otro. Para empezar, la convivencia 24/7 con personas muy distintas a ti. A veces, alguien se te puede meter en la cabeza como una piedra en el zapato y cuesta sacarla de ahí». El actor, además, detalla las dificultades físicas a las que se enfrentó: «Dormir en el suelo también se hace cada vez más difícil, los huesos se te clavan más con cada noche, las picaduras de mosquito no dan tregua, y el hambre… el hambre es una sombra constante. La debilidad que genera no comer te va desgastando por dentro». Pero más allá del desgaste físico, Adrover destaca el impacto emocional: «La añoranza de tu familia, de tus hijos… con el paso de los días, las caras de tus hijas empiezan a difuminarse en tu mente y te cuesta recordarlas con nitidez. Los días pasan lentos, a veces eternos».

A pesar de estos desafíos, valora lo positivo de la experiencia: «Es una vivencia que no cambio por nada». Tras tres meses sin contacto alguno con su familia, el reencuentro ha sido especialmente emotivo para Adrover: «Volver a reunirme con mi familia ha sido profundamente emocionante. Cuando pasas tanto tiempo alejado, sin absolutamente ningún contacto, sin poder hablar con ellas ni ver ni siquiera una foto, las caras empiezan a difuminarse en la memoria». Preguntado sobre si repetiría la experiencia, Adrover no duda: «Por supuesto. La experiencia fue única y no me importaría volver a repetirla. Si me lo ofrecen, estaría encantado de volver a vivir la experiencia y de seguir aprendiendo de todo lo que te ofrece la playa de Supervivientes».