Con cien años de intensa y fructífera vida y trayectoria ha fallecido en Palma Josep Lluís Sureda i Carrión (Palma, 1923-2024), una eminencia en la formación académica, jurídica y económica, cuyo legado queda patente echando un vistazo a la larga lista de alumnos con los que compartió sus enormes conocimientos. Catedrático de Economía, centró sus miras en campos como la Hacienda Pública, desarrollando una intachable carrera como jurista, que le llevó a trabajar y asesorar a personalidades relevantes dentro de la sociedad, la economía y la política española del siglo XX.
Sureda i Carrión murió a los cien años, pero deja tras de sí una extensa carrera en la que destaca su labor como consejero del Banco de España -el único mallorquín en ocupar ese cargo junto a Carles Manera-, además de presidir Caixa Catalunya y ser fundador de la Facultad de Económicas de la Universitat de Barcelona (UB), en la que fue Catedrático de Economía Política y Hacienda Pública durante un periodo de 35 años en el que numerosos alumnos se formaron bajo su tutela y magisterio.
A lo largo de su vida profesional, tuvo la oportunidad de tratar a personajes del calado de Joan March Ordinas, a quien asesoró durante el juicio del caso Barcelona Traction, uno de los más estudiados del derecho internacional y cuyo valioso dietario y documentación donó a la Universitat de les Illes Balears (UIB). También fue persona de máxima confianza de quien fuera presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, y entre sus discípulos y admiradores, destacan personalidades como Narcís Serra, el citado Carles Manera, Andreu Manresa, Josep Maria Bricall o Antoni Castells, entre muchos otros.
Su eficiencia, discreción y extensos conocimientos del campo legal le dotaron de un prestigio reforzado por el cariño de sus pupilos, que le homenajearon al convertirse en centenario, en octubre de 2023. Por todo ello, además, recibió numerosas distinciones y reconocimientos, como la Creu de Sant Jordi (2004) o el premi Ramon Llull (2011), entre muchos otros, que reflejan la importancia de la huella que deja Sureda i Carrión, doctor Honoris Causa por la UIB (2016), cuyo desarrollo impulsó desde los inicios de la institución.