Tanto la reducción del techo máximo del crecimiento de plazas turísticas en Mallorca como la revisión del decreto contra excesos cuentan con el apoyo total del sector, pero también del de restauración, ocio y comercio. La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) se alineó con la decisión del Consell de impedir crecer más a futuro, afirmando que desde 2018 apuestan por «crecer en valor y no en volumen, de más a mejor», según la vicepresidenta ejecutiva, María José Aguiló. También defendió el «firme propósito de alcanzar un equilibrio entre el desarrollo del turismo, motor de la economía balear, y la convivencia con los residentes»
La FEHM, como sostiene el PP, considera que la masificación está siendo intensificada por la proliferación «desorbitada» del alquiler vacacional. Sumado al incremento demográfico y a la «ausencia de planificación y dimensionamiento de las infraestructuras y servicios». «El conseller insular de Turisme, Marcial Rodríguez, anunció que se enfocarán hacia la aportación de valor y, en este sentido, destaca la trayectoria del sector hotelero en la creación, mantenimiento, estabilidad y calidad del empleo», afirmó Aguiló.
La patronal hotelera también valoró positivamente que el Govern haya introducido cambios y mejoras en el decreto de turismo responsable, que pretende «erradicar los actos incívicos, como el botellón, el consumo excesivo de alcohol o el ‘balconing', entre otras cosas. Ven acertado mantener aquellas medidas que han ayudado a reducirlo, en referencia al decreto que impulsó el Pacte, y celebran que se introduzcan nuevas obligaciones y actuaciones acabar con este «turismo residual, pero que daña enormemente la imagen».
La Asociación de Hoteleros Playa de Palma, Restauración CAEB, la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Baleares (Afedeco) y la Asociación Balear de Ocio y Entretenimiento (Abone) expresaron en un comunicado conjunto que este nuevo decreto del Govern «ahora sí refuerza el control y la regulación del turismo de excesos» en la Platja de Palma. Las entidades destacan tres aspectos claves, como que se mantenga a las 21.30 horas el cierre de los establecimientos comerciales que vendan bebidas alcohólicas, que evitará «situaciones no deseadas y molestias vecinales, como los botellones». También celebraron la prohibición del consumo de alcohol en la vía pública, una regulación «vital», y que se destine el Impuesto de Turismo Sostenible a la mejora de la inspección, la seguridad y la concienciación para un turismo responsable.
Crítica de PIMEM
La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem) rechazó la restricción de los horarios de apertura porque consideran que esta medida no impide que los consumidores se pueden desplazar a otros lugares en los que no hay limitación horaria. Esto, a su vez, denuncian que incentiva que los turistas recurren a comprar entre la gente que hacen venta ambulante o irregular, «tan presente como habitual».
PSIB y Més piden ir más allá y decrecer, mientras el PI anima a reconvertir plazas obsoletas
Los cambios turísticos anunciados por el Govern y el Consell de Mallorca fueron vistos como insuficientes por parte del PSIB y Més, que reclaman ir más allá y decrecer en plazas, y no solamente reducir el crecimiento a futuro.
«Ante la posibilidad de que la sociedad civil se manifieste, como pasó con la Diada per la Llengua, la presidenta del Govern, Marga Prohens, afirmó que se ha llegado a un límite y, ahora, el presidente insular Llorenç Galmés anuncia esta decisión. Si hemos llegado a un límite, ¿por qué no se reducen plazas existentes?», afirmó el portavoz socialista en la institución insular, Javier de Juan.
El representante del PSIB en el Parlament, Iago Negueruela, lamentó la «falta de valentía» del Govern y el PP para mejorar el decreto del turismo de excesos y advirtió de que se ha perdido una oportunidad «para introducir más medidas que eviten los excesos turísticos».
El coordinador de Més, Lluís Apesteguia, valoró positivamente que el PP «se sume al crecimiento cero», pero consideró que no basta. «Se tiene que decrecer, y de forma urgente. Tendremos que seguir haciendo pedagogía en este sentido», añadió en un comentario en redes.
El representante del PI, Antoni Salas, vio bien poner límites contra la saturación porque el techo máximo de plazas que tenía Mallorca se ha demostrado «un fracaso». Por ello, pidió permitir intercambio de plazas y reconvertir las más obsoletas.