El Consell ha anunciado este viernes que rebajará el tope máximo de crecimiento turístico de Mallorca. Así, se pasará de las 430.000 plazas hoteleras y de alquiler vacacional a las que se podía llegar en los próximos años a fijar un nuevo un tope de unas 412.000, que son las que actualmente están activas en la Isla. Aun así, se respetarán las que están en trámite, que suman unas 1.000, por lo que se superaría ligeramente ese techo, según ha informado el conseller insular de Turisme, Marcial Rodríguez. Se trata de una decisión que el Pacte jamás tomó, pese a la insistencia que recibió por parte de entidades ecologistas y de la sociedad civil. La decisión también supone un cambio de rumbo por parte del PP, que siempre ha estado en contra de lo que ha anunciado.
«Esto no soluciona los problemas de un día para otro, pero supone un punto para parar, reflexionar y decirle a la sociedad que este gobierno está con los ciudadanos porque queremos sentirnos visitados, no invadidos», ha afirmado el conseller. La reducción del techo de crecimiento representa un 4,2 % y 18.000 plazas turísticas que ya no se podrán autorizar. Para ello, el gobierno insular modificará el Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos (PIAT), que establecía el anterior tope de 430.000 plazas fijado por el Pacte. Tras su aprobación en 2020, fue la primera vez que se cuantificó oficialmente el número total de plazas en la Isla.
El presidente insular, Llorenç Galmés, ha asegurado que antes de anunciar esta decisión lo han consensuado con el sector hotelero y del alquiler vacacional, que les dan su apoyo. «Debemos gestionar flujos turísticos para luchar contra la masificación que padecemos en determinados momentos del año», ha defendido, insistiendo en que es el momento de «poner una contención, de parar y poner límites. Es lo que hacemos y haremos».
Galmés ha culpado a los gobiernos de izquierdas de la situación de masificación actual, y ha recordado que el número de plazas turísticas de Mallorca, tanto hoteleras como de alquiler vacacional, creció en 86.500 durante los años en que el Pacte gobernó en el Consell y el Govern. Así, se pasó de las 326.505 que había en 2015 a las 413.035 actuales, según publicó este diario basándose en datos del registro insular y del Institut d'Estadística de les Illes Balears (Ibestat). El presidente ha insistido en que es la primera vez que el Consell reduce el total de plazas, pero la moratoria del Pacte, aunque no ha impedido que se continúen creando más, fue la primera acción en esta línea, si bien más tímida que la anunciada este viernes.
Por su parte, Rodríguez ha insistido en que las moratorias de plazas que impulsó el Pacte, y que Galmés tildó de «prohibicionistas» y «autoritarias», no eliminaron plazas. La izquierda suprimió la bolsa que llegaría a tener unas 17.000 plazas, pero se mantuvieron ocho excepciones que, en la práctica, han supuesto que hasta la actualidad se hayan tramitado unas 6.000 nuevas porque se habían solicitado antes de anunciarse la moratoria. Sobre su cambio de postura respecto a poner o no límites turísticos, Galmés ha respondido que están con la ciudadanía y que «ahora somos conscientes de que no podemos crecer más en volumen».
El portavoz adjunto del PSIB, Javier de Juan, ha salido rápidamente a decir que este anuncio, en la práctica, no reduce plazas y que hace varios plenos el PP rechazó una moción socialista que reclamaba mantener la moratoria para evitar crecer. Aun así, cabe decir que esta medida tampoco estaba impidiendo que se continuaran autorizando nuevas plazas por las excepciones mencionadas más arriba. «Ante la posibilidad de que la sociedad civil se manifieste, como pasó con la Diada per la Llengua, la presidenta del Govern, Marga Prohens, afirmó que se ha llegado a un límite y, ahora, Galmés anuncia esta decisión. Si hemos llegado a un límite, por qué no se reducen plazas existentes», ha comentado De Juan, que considera que el anuncio del Consell «no soluciona la masificación».