Máxima indignación. Este es el sentimiento que sufren los pasajeros que el viernes y el domingo de la semana pasada perdieron sus vuelos por el caos que se vivió en el aeropuerto de Palma. El presidente de la asociación de consumidores de Baleares Consubal, Alfonso Rodríguez, informa que ya están recibiendo las primeras reclamaciones y espera que en los próximos días lleguen muchas más. Ante esta situación, están estudiando qué medidas se deben adoptar para dar una respuesta a los consumidores que se ven afectados por esta problemática.
No obstante, reconoce que es complicado ya que «la normativa indica que debemos estar en la mostrador como mínimo con 90 minutos de antelación. El problema es que si en los filtros se producen retrasos, como consecuencia del celo que están llevando los trabajadores, y llegamos tarde al embarque no será responsabilidad de la compañía aérea y, por lo tanto, no podríamos reclamar». De hecho, algunas aerolíneas ya está pidiendo a sus pasajeros que estos días de Semana Santa se personen en los aeródromos con tres horas de antelación.
Rodríguez precisa que por el hecho de no poder subirse al avión por el colapso en los controles de seguridad «tampoco sería posible reclamar a Aena o al servicio de seguridad porque no limitan el acceso, sino que lo están haciendo de forma más pausada. Por tanto, lo mejor es acudir con suficiente tiempo de antelación para no encontrarnos en esta situación». No obstante, insiste en que siguen estudiando cómo defender los derechos de los consumidores, que se ven seriamente perjudicados en este asunto.
Caos en el aeropuerto de Palma
Los pasados 22 y 24 de marzo los viajeros tuvieron que esperar mucho más tiempo del habitual para pasar los controles de seguridad, motivo por el que algunos incluso perdieron los vuelos. Algunos de los afectados explicaron a Ultima Hora que estuvieron más de una hora sin moverse en la cola, lo que dio lugar a algunos momentos de tensión.
Tanto desde Aena como desde Trablisa, empresa privada encargada de los controles de seguridad de Son Sant Joan, han negado que se trate de una huelga de celo encubierta. El comité de empresa de Trablisa ha rechazado este lunes que estén ejecutando una huelga de celo y ha atribuido las colas y demoras a la «falta de previsión y organización», tanto de Aena como de la propia empresa. «Es más fácil culpar a los trabajadores que admitir sus errores», han señalado las citadas fuentes en un comunicado en el que han argumentado que no han alentado, organizado o realizado ninguna acción de este tipo que sería ilegal. Según los representantes de los trabajadores, existe un problema en el aeropuerto de Palma debido a «la falta de personal, a exigencias de Aena en materia de formación y al cambio realizado por AESA al respecto de esta formación». En este punto, destacan que desde febrero se está pidiendo a la empresa negociar las soluciones a estos problemas, aunque sin respuesta.
Desde la dirección de Son Sant Joan responden que «Aena informa con antelación a la empresa encargada de la seguridad privada del tráfico de pasajeros de salida para que con esta información pueda adaptar el servicio que presta a la demanda».