«Anunciamos que no presentaremos una enmienda a la totalidad ni enmiendas parciales a estos presupuestos». Son las primeras palabras que ha pronunciado Toni Gili, portavoz de Vox en el Consell de Mallorca, donde su formación es parte del gobierno, a la hora de presentar la huella que su formación dejan en las cuentas para 2024 pactadas con el PP, con quien gobierna en la institución. Gili ha defendido que los presupuestos «ponen a las familias» (y no a las personas como acostumbran a decir el resto de partidos) «en el centro» e inician el cambio para la eliminación de la apartheid lingüístico».
Este cambio se vería reflejado en una rebaja para la partida de la Acampallengua, que pasa de 60.000 a 45.000 euros; o en la eliminación de la figura del dinamizador lingüístico. Se trata, en definitiva, de eliminar subvenciones nominativas destinadas a fomentar el catalán, para abrirlas «a la libertad lingüística» o a la «libre concurrencia», como han dicho. Vox ha remarcado también que en las cuentas se elimina «la ideología de la agenda 2030» y su «yugo opresor de políticas medioambientales». En este sentido, dotarán de más recursos económicos a los usos cinegéticos, «los auténticos gestores del medio ambiente junto al sector primario».
También ha presumido Gili de eliminar las partidas presupuestarias para la memoria histórica. Una herramienta, ha dicho, «para confrontar a los mallorquines». Por otra parte, se han alzado como los responsables de congelar la tarifa de residuos y prometen una rebaja del 10 % antes de que acabe esta legislatura. Además han sacado pecho a la hora de duplicar la partida para el plan de obras y servicios y otorgar así más dinero a los ayuntamientos para que ejecuten sus propias medidas. Gracias a Vox, han defendido, se inicia la auditoría al IMAS.
Gili ha destacado también que solicitará a los representantes de Vox en el Congreso que fuercen al gobierno a obtener un nuevo convenio de carreteras. Las cuentas «son el principio del cambio, aunque no hemos conseguido todos los objetivos marcados», ha dicho. Uno de ellos es dejar sin dinero el Acampallengua, algo a lo que no renuncian para las próximas cuentas, sin embargo «somos conscientes de nuestros votos. Esto es el juego de la política», ha concluido.