Las dos patronales de coches de alquiler en Baleares, Baleval y Aevab, mantienen sus tensiones en un momento que puede ser clave para el futuro del sector en las Islas. El estudio que prepara el Consell de Mallorca sobre la capacidad de carga de las carreteras de la isla debería resultar determinante a la hora de limitar o no la flota de vehículos de alquiler, una cuestión que divide desde hace años a las dos asociaciones; ambas presionan a los nuevos responsables políticos para actuar en un sentido o en otro.
La Agrupación empresarial de Alquiler de Vehículos Con y Sin Conductor de Baleares (AEVAB), que aglutina a pequeñas y medianas empresas locales, defiende una limitación de la flota que sitúe sus números por debajo de los ofertados este año. Su presidente, Ramon Reus, defiende que «está visto y demostrado que aquí no hacen falta tantos coches».
Reus reivindica un parque de vehículos de alquiler manejable y con preeminencia de la firma local, al tiempo que critica las «prácticas desleales» de gigantes del sector que llevaron a que el Govern denunciara a estas empresas a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). «Dan mala fama a todo el sector y luego pagamos justos por pecadores».
A su juicio, una flota de entre 70.000 y 75.000 coches de alquiler sería más que suficiente para dar respuesta a la demanda. Esas son las cifras que se rondaron el año pasado, «no como este año, que hemos pasado de los 100.000», se queja Reus para mantener que el exceso de coches de alquiler es una de las aristas del problema de masificación que padecen las Islas, en este caso, traducido en congestiones de la circulación vial, «sobre todo en Palma e Ibiza».
En el extremo opuesto, Othman Ktiri, fundador de Ok Mobility y presidente de la Asociación Balear de Empresas de Alquiler de Vehículos (Baleval), patronal mayoritaria que aúna a grandes empresas y multinacionales del rent a car, aunque también integra firmas más pequeñas. «Lo que decimos es muy simple: no puedes limitar la oferta complementaria si el número de turistas sigue siendo el mismo; no puedes reducir el número de vehículos que los atiende porque es imposible disfrutar de la isla en transporte público», asevera.
Asimismo, mantiene que con una reducción de los coches en oferta actualmente lo único que se lograría sería un encarecimiento del servicio, «que es justo lo que quieren algunos y lo que ya hemos vivido en 2021 y 2022». Además, argumenta que la saturación sería todavía más evidente sin un servicio de rent a car a la altura de la demanda, puesto que los turistas se concentrarían en las mismas zonas en lugar de repartirse por todo el territorio. «Si queremos un turismo de parque temático, ese es el camino». Por otro lado, advierte de que cualquier limitación chocaría a priori con la legalidad vigente, y recuerda la decisión adoptada por la CNMC de impugnar el reparto del mercado del rent a car en la isla de Formentera.
El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, señaló que la institución baraja regular «la llegada de todo tipo de vehículos en temporada alta», con excepciones para residentes y vehículos de mercancías, con lo que el futuro del rent a car queda, por tanto, a expensas del estudio que se debe llevar a cabo.