La Fundación Palma Aquarium y Banca March han presentado este jueves el proyecto Cavallets de mar balears, que tiene como objetivo la recuperación de esta especie ante el declive de su población. En el caso del caballito de mar común (Hippocampus hippocampus), se calcula que su población en el Mediterráneo se ha reducido entre un 25 y un 30 %.
El proyecto ha sido presentado por Joan Rams, presidente de la Fundación Palma Aquarium; Debora Morrison, directora de la fundación; y Sonia Colino, directora de la Unidad de Personas, Marca y Sostenibilidad de la Banca March.
Los caballitos de mar son animales muy vulnerables y sensibles a cualquier cambio de sus hábitats, por lo que el proyecto consiste en la cría de ejemplares en las instalaciones de Palma Aquarium a partir de parejas reproductoras y su posterior liberación en el mar. Hace unos días ya se realizó una primera liberación, a modo de prueba o test, de 221 ejemplares, 200 alevines y 21 juveniles, en la costa del municipio de Pollença. Como especie frágil, el caballito de mar es al mismo tiempo un bioindicador de la calidad de las aguas marinas ante las amenazas de origen humano: la pérdida y degradación de hábitats, la pesca de arrastre, la contaminación y la alteración de los fondos marinos.
La iniciativa nació en marzo de 2022 a través de la colaboración entre la Fundación Palma Aquarium y Banca March, que financia el proyecto a través de su fondo sostenible Mediterranean Fund.
De este modo, Palma Aquarium cría nuevas generaciones de caballitos de mar en edad reproductora para reforzar las poblaciones existentes y permitir un incremento del número de ejemplares de manera natural. Además de una pareja de caballito de mar común, se ha seleccionado otra de caballito de mar del Mediterráneo (Hippocampus guttulattus).
Una vez que se logra la reproducción, se inicia la fase de cría y alimentación de los neonatos, que es la más crítica en su supervivencia. Las crías tienen aproximadamente un centímetro de longitud y requieren cuidados especiales en acuarios que han sido diseñados y acondicionados específicamente en aspectos como luz, temperatura y filtración y circulación del agua.
Las crías se alimentan de diferentes tipos de plancton y, para ello, Palma Aquarium ha creado en sus instalaciones un laboratorio de producción.