Los casos de esclerosis múltiple se han incrementado un 20 % en los últimos cinco años, según ponen de manifiesto los últimos registros que se han realizado a nivel nacional, que se pueden extrapolar a Baleares. Cabe destacar que esta patología se ha disparado especialmente entre las mujeres; antes, la proporción era de dos féminas por un varón; mientras que ahora ha pasado a ser de casi tres a uno, respectivamente.
Carmen Calles, doctora del hospital de Son Espases, expone que «el aumento de los casos de esclerosis múltiple en los últimos años se explica, no sólo por el perfeccionamiento de las técnicas diagnósticas, sino también por la influencia de los factores ambientales en el desarrollo de la enfermedad. En las últimas décadas se han observado cambios importantes en el estilo de vida, particularmente en las mujeres. El consumo de tabaco, la obesidad infantil y juvenil, una menor exposición a la luz solar con el consiguiente déficit de vitamina D, la terapia hormonal sustitutiva y partos más tardíos son factores potenciales que podrían estar relacionados con el incremento de los casos».
Otro de los factores ambientales implicados son el virus de Epstein-Barr (VEB), que da lugar a la mononucleosis infecciosa, conocida como la 'enfermedad del beso'; estudios recientes demuestran que casi el 100 % de pacientes con esclerosis han estado en contacto con este virus. Sin embargo, aclara que «considerando la elevada prevalencia de esta infección en la población general (un 95 % la ha tenido) se considera que el VEB es un factor necesario pero no suficiente para desarrollar la esclerosis múltiple». En su opinión, «son necesarios más estudios de investigación para confirmar en qué grado están implicados cada uno de estos factores ambientales en el incremento de casos de esclerosis múltiple»
La citada especialista explica que se trata de «una enfermedad autoinmune inflamatoria desmielinizante crónica y neurodegenerativa, que afecta al sistema nervioso central. Se produce cuando el sistema inmunológico ataca por error a la mielina, que es la capa protectora que recubre las fibras nerviosas; cuando se afecta la mielina, los impulsos nerviosos que se originan en el cerebro no se conducen de forma adecuada y aparecen los distintos síntomas que presenta la enfermedad».
La prevalencia de la esclerosis múltiple es de unos 100 casos por cada 100.000 habitantes; afecta a adultos jóvenes entre 20-40 años y es la segunda causa de discapacidad en este grupo de edad. Como se ha señalado anteriormente, predomina en las mujeres, con una proporción de casi tres féminas por cada hombre diagnosticado. Esta patología «aparece en personas genéticamente predispuestas sobre las que actuarían factores ambientales y esta interacción daría lugar a la afectación del sistema inmunológico».
¿Qué síntomas presenta?
La doctora Calles señala que «los síntomas de la esclerosis múltiple son muy diversos y en cada paciente pueden ser diferentes; incluso un mismo individuo puede presentar síntomas diferentes a lo largo de la evolución de su enfermedad, por ello se conoce como 'la enfermedad de las mil caras'». En este punto, ha detallado que «los síntomas dependen de la zona donde se lesiona la mielina. Los más frecuentes son los problemas de movilidad por pérdida de fuerza en las piernas o los brazos, alteración del equilibrio, pérdida de visión o visión doble, alteración en el control de la orina, temblor, rigidez en las piernas. Además, pueden aparecer síntomas denominados 'invisibles' que son difíciles de percibir por el entorno del paciente pero que pueden generar discapacidad como la fatiga, la alteración de la memoria y la concentración o los problemas emocionales como la ansiedad o la depresión». Estos síntomas pueden presentarse de forma aislada o agruparse varios y aparecen a lo largo de varios días; es lo que se denomina brote de la enfermedad.