La Dirección General de Tráfico informó ayer de la incorporación de dos nuevos examinadores en Palma, dentro del operativo de refuerzo que destina un total de 60 nuevos funcionarios a nivel estatal. «Una tirita para un cáncer», según las autoescuelas baleares, ya que entienden que la congestión que arrastran por falta de personal suficiente no se solucionará con dos nuevos examinadores itinerantes que además solo permanecerán en la isla hasta septiembre y que apenas podrán agilizar las listas de la espera que hay a día de hoy para examinarse, puesto que muchos de sus compañeros se irán de vacaciones en estos meses.
Al problema de la congestión balear se añade a los que están padeciendo estos dos funcionarios para encontrar vivienda. Según asegura Juana Ribas, presidenta de la Asociación de Autoescuelas de Baleares, «llevamos un mes buscando piso a precio asequible para ellos sin poder encontrarlo».
Ribas explica que la llegada de estos refuerzos se va a ver diluida por producirse en un periodo especialmente problemático, con una avalancha de solicitudes para el examen del carnet de conducir que coincide con el final de las pruebas de Selectividad.
«Es precisamente en verano cuando tenemos más trabajo y coincide con la época en que se van de vacaciones más examinadores, por lo que estas incorporaciones no van a mejorar nada, sino que vamos a estar peor: vienen dos y se van a ir seis», asevera.
A juicio de la asociación, en Baleares se precisaría cerca de 40 profesionales, entre examinadores y administrativos, para dar adecuada respuesta a la demanda actual. El problema de la vivienda, por otro lado, es un handicap añadido que dificulta aún más si cabe la llegada de personal de apoyo.
Con todo, Ribas asume que el problema se vería paliado si se permitiera la realización de horas extra, una medida con la que «nos quitaríamos de encima buena parte del atasco».
Desde la Federación Balear de Transportes (FEBT), su presidente, Rafel Roig, ha avisado de que el problema, trasladado a los profesionales del sector, amenaza con generar «un tapón turístico en todos los servicios durante los próximos meses», y que junio ya se presentaba hace un tiempo como «el mes más complicado». Roig indica que las empresas que no cuenten con conductores suficientes no podrán cubrir los servicios de excursiones.