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Uno de los miembros de la lista de Armengol es padre por gestación subrogada, método que rechaza el PSIB

La consellera de Presidència ha calificado este método de «violencia contra las mujeres»

Uno de los miembros de la lista de Armengol es padre por gestación subrogada, método que rechaza el PSIB. | Jaume Morey

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La consellera de Presidència Mercedes Garrido ha asegurado en un contundente tuit que la gestación subrogada es «violencia y explotación contras las mujeres», a pesar de que uno de sus compañeros en la candidatura de Francina Armengol al Parlament, el experto en salud mental Oriol Lafau, es padre por este método. En un ataque dirigido al PP, que se abre a legalizar este vía, la consellera añadía: «Ya lo han dejado bien claro este semana: desconocen la realidad de las necesidades de las mujeres y de las políticas feministas». «La ignorancia es muy peligrosa», añadía. También el Gobierno y destacados miembros del PSOE se han mostrado en contra.

El PP ha aprovechado las palabras de la consellera para atacar la «doble moral» del partido, al incluir en las listas a una persona que recurrió a este método para ser padre. La situación también ha generado cierta incomodidad en el PSIB, en un momento en que todo el foco político estaba puesto en la presidenta del PP, Marga Prohens, por su comida con José María Rodríguez y sus declaraciones sobre las camas elevables.

Oriol Lafau es el coordinador autonómico de Salut Mental y aparece en las listas del PSIB como independiente en el puesto número seis, es decir, en un claro puesto de salida. La candidata de los socialistas incorpora además a otros independientes, como el actual jefe de gabinete de la presidenta, Quim Torres; el responsable de la Unión de Cooperativas, Malén Riudavets, y el director de Economia y Empleo, Llorenç Pou.

La polémica por la legalización o no de la gestación subrogada se ha producido después de que la revista Hola anunciara que la presentadora Ana Obregón, de 68 años, ha traído una niña a España desde Estados Unidos con este sistema, algo que ha reabierto el debate político sobre si debe autorizarse o no esta práctica que ahora está prohibida en España y que el PSOE rechaza.

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