El sector turístico balear afronta desde este fin de semana y a lo largo de toda la próxima semana jornadas de huelgas en los centros de control aéreos galos de Burdeos y Marsella, que se prolongarán hata el 1 de abril. El problema radica en que la huelga tendrá una especial incidencia en el aeropuerto de Palma, ya que las aerolíneas inician este domingo su programación de verano e incrementarán, de forma paulatina, su programación de vuelos. Mañana, domingo, la previsión de tráfico es de 547 movimientos de aviones, frente a los 354 que hubo el pasado domingo, día19.
A la huelga de los controladores aéreos franceses se suma la que tendrá el lunes, día 27, en todos los aeropuertos alemanes, salvo el de Berlín. Estos conflictos laborales se producen antes del inicio de las vacaciones de Pascua, en las que la previsión de ocupación en toda la oferta de alojamiento en Baleares, tanto hotelera como de alquiler turístico vacacional, es muy alta.
«Cualquier distorsión que se produzca en el tráfico aéreo supondrá la cancelación de reservas al no estar asegurado tanto los vuelos de ida como de vuelta desde Mallorca y resto de islas a los diferentes países europeos de origen», indicaron ayer fuentes hoteleras. Las aerolíneas británicas y alemanas, las principales afectadas por este conflicto de control aéreo y en los aeropuertos alemanes, están en pleno proceso de estudio de reprogramación de vuelos en caso de que las huelgas se lleven a cabo durante la Semana Santa.
Un factor que repercute negativamente es que los controladores galos también incluyen en su huelga la ruta conocida como ‘spanish truck', que es la que utilizan las aerolíneas británicas cuando el centro de control de Burdeos está en huelga. Dicha ruta de tráfico aéreo está ubicada en la zona próxima a Galicia y las aerolíneas la utilizan para que los vuelos procedentes del Reino Unido lleguen a España sin problemas. De lo que pase la próxima semana dependerá la evolución de la Semana Santa.