Guillem Solivellas Canals (Escorca, 1951) ha fallecido este martes a los 71 años de edad. Propietario del Rancho Picadero, Solivellas fue toda una referencia de la restauración en Mallorca. Su pérdida ha generado una gran conmoción.
Tras cursar estudios en los Jesuitas, Guillem Solivellas completó su formación en la Escuela de Hosteleria y realizó parte de sus prácticas en Galicia. No tardó en mostrar su enorme espíritu emprendedor y embarcarse en diversos proyectos empresariales. Su padre había fundado en 1969 el Rancho Picadero, que el propio Guillem acabaría gestionando unos años después.
Vicepresidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, fue uno de los grandes impulsores de la Mostra de la Cuina y también uno de los grandes dinamizadores de la Playa de Palma. Con elevados conocimientos de gastronomía, era un gran amante de Mallorca. Siempre hizo gala de su mallorquinidad. Sus dos grandes pasiones fueron siempre los caballos y la navegación. Padre de tres hijas y un hijo, sus amigos le recuerdan como un hombre generoso y emprendedor.
Doni García, su esposa, ha decidido continuar su legado en el Rancho Picadero y mantener el espíritu y el sello personal que le inculcó Guillem durante muchos años.