El 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Solo en Baleares hay en estos momentos contabilizadas 53.544 personas con discapacidad de las que 33.043 tienen un grado leve (33-64%) y 18.425 personas están consideradas grandes discapacitadas (por encima del 64%). 544 son menores de seis años. Teniendo en cuenta que las Islas tienen más de un millón de habitantes, podemos concluir que 4,5 de cada 100 personas vive con una discapacidad en Baleares.
Aunque, según las Naciones Unidas, «la inclusión de la discapacidad es una condición especial para el respeto a los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad», el día a día de los afectados demuestra que queda mucho por hacer. PREDIF es la asociación mayoritaria de atención a personas discapacitadas físicas y sus familias en Baleares. Esta entidad sin ánimo de lucro constituida formalmente en el año 1996 agrupa a los usuarios de las asociaciones Abdem (Associació Balear d'Esclerosi Múltiple), Aspaym (La Asociación de lesión medular y otras discapacidades físicas de las Islas Baleares), Ela Balears (Esclerosis Lateral Amiotrófica), Rehacer (Asociación para la rehabilitación de accidentados cerebrales) y a la Fundación Embat (Fundación de Esclerosis Múltiple). Juntos alzan la voz este 3 de diciembre para reclamar en un manifiesto público que han remitido a todos los partidos del arco parlamentario autonómico los derechos que les corresponden por una cuestión no ya de empatía o humanidad sino ante todo de justicia. El manifiesto va acompañado de un vídeo en el que cinco personas discapacitadas hablan de su día a día. «Respetar los derechos de las personas con discapacidad no solo es una cuestión de justicia, sino una inversión en nuestro futuro común», dice PREDIF.
Según los expertos el 15 % de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad y se espera que el porcentaje vaya en aumento teniendo en cuenta las características demográficas de una pirámide poblacional cada vez más envejecida. «La discapacidad forma parte de la condición humana. Casi todas las personas tendrán una discapacidad temporal o permanente en algún momento de sus vidas», dice PREDIF.
La discapacidad física es la mayoritaria en Baleares con 21.430 personas afectadas. 8.773 personas tienen reconocida una discapacidad psíquica (intelectual o mental), 368 una discapacidad sensorial (visual o auditiva) y 6.941 personas padecen una discapacidad múltiple. Los restantes 15.992 (hasta alcanzar el total de 33.043) son personas con una discapacidad ‘sin especificar'.
En una Isla que enfoca su mirada al turismo, las personas con diversidad funcional recuerdan que «es necesario trabajar para eliminar todas las barreras que dificulten o impiden la plena participación de las personas con diversidad funcional. También promover más en nuestra comunidad el turismo para todas las personas». Alcúdia es a día de hoy el único municipio de Baleares que se ha posicionado como destino turístico para discapacitados en el mercado internacional. Ver la eliminación de barreras como un plus para la marca turística acaba beneficiando a toda la población local.
El derecho a una asistencia personal, el acceso al trabajo en igualdad de condiciones, el derecho a tener una vivienda accesible, el apoyo al entorno familiar y afectivo, el apoyo para acceder a una vida sexual y afectiva plena y la dotación de recursos económicos completan la lista de reivindicaciones del colectivo.
Aunque la Ley de Dependencia marcó un antes y un después en la atención a las personas discapacitadas aún queda mucho que mejorar. «Hay que hacer efectivo para las personas con discapacidad el derecho reconocido por la ONU a vivir de una manera independiente y a ser incluido en la comunidad. La asistencia personal es la que iguala la desventaja inicial que han tenido siempre las personas con diversidad funcional por el hecho de ser diferentes y garantiza su autodeterminación sin intermediarios», recuerda PREDIF.
La Conselleria de Serveis Socials del Govern es quien tiene las competencias para hacer las valoraciones de discapacidad y también ofrece un programa de atención temprana de 0 a 6 años. En estos momentos se trabaja en impulsar además un nuevo programa de 6 a 11 años, más orientado a la integración social de menores con valoración de dependencia.
Aunque la valoración de la discapacidad es una competencia del Govern, las ayudas a la dependencia son responsabilidad de los consells insulars como instituciones que tienen transferidas estas competencias.