El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, admitió este viernes que el empeoramiento de la economía familiar a consecuencia del incremento de la inflación ha provocado una disminución en las aportaciones que éstas realizan a las parroquias. El prelado también hizo hincapié en la situación de vulnerabilidad que presentan algunas familias «que no llegan a final de mes». En este sentido, reiteró la voluntad de la Iglesia «de seguir ayudando a los más necesitados». «Atendemos a unas 200 personas de manera estable y continuada», declaró sobre la labor que viene realizando en los últimos años Cáritas Mallorca.
Además, indicó que el hecho de que las parroquias estén recibiendo menos aportaciones ha provocado que hayan tenido que pedir un préstamo al Obispado. «Se está notando ya que las familias están sufriendo porque las parroquias no están recibiendo las mismas aportaciones que antes. Si las familias sufren, las parroquias sufren», manifestó.
Apoyo anímico
En este sentido se pronunció también la directora de Càritas Mallorca, Esther Romero, quien puntualizó que la ayuda que presta esta entidad no es solo económica, ya que también hay un «apoyo anímico», de «acompañamiento» e, incluso, de «gestión de los gastos». «Con la mala situación económica, Cáritas ha dado respuesta ayudando a las familias no solo a comer o a vestir. También hay que darles calor humano y velar por su dignidad humana para encontrar trabajo y vivienda», enfatizó Romero.
Estas declaraciones se realizaron con motivo de la entrega de diplomas del curso de ‘Empleo verde', organizado la Fundación Endesa y Cáritas Mallorca, de formación sobre operaciones básicas en el montaje y mantenimiento de instalaciones solares fotovoltaicas. El curso está dirigido a mejorar la formación y las posibilidades de empleo de personas en situación de vulnerabilidad, para posibilitar su inserción laboral.