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Luis Alejandre, militar e historiador: «La historia nos demuestra que todo es posible»

El exjefe del Estado Mayor presentó ayer su último libro, ‘Dominicana: la anexión frustrada. 1861-1865' en el Palacio de la Almudaina

Luis Alejandre, con un ejemplar de su libro. | Pilar Pellicer

| Palma |

El exjefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra Luis Alejandre (Maó, 1941) aterrizó este jueves en Palma desde Barcelona para continuar la gira de su último ensayo histórico, Dominicana: la anexión frustrada. 1861-1865, editada por el Ministerio de Defensa, donde el autor narra, a partir de una amplia documentación e investigación, las circunstancias de anexión de la República Dominicana a la España de Isabel II en 1861, así como el fracaso, tras cinco años, de esa conquista. Alejandre deja de lado hacer un juicio. Considera que «no hay buenos ni malos» y más bien ha querido demostrar que fueron dos pueblos que se quisieron pero que no llegaron a entenderse. El libro lo presentó este miércoles en el Celler del Palacio de la Almudaina y tuvo una gran acogida.

¿Qué aspectos refleja en el libro sobre la República Dominicana entre 1861 y 1865?
—Ya en el subtítulo de la obra hablo de una anexión fracasada, imposible, y con eso he intentado reflejar por qué la República Dominicana, en aquel momento de la historia, quiso integrarse en España, a pesar de que la isla estaba situada entre otras dos, Cuba y Puerto Rico. También incluyo la razón por la que La Española –así se conocía a Dominicana– estaba asaeteada por el país Haití. De hecho, conquistó la República durante 23 años. Hablo también de las comunicaciones entre Santo Domingo y Madrid, vía Cádiz, a partir de documentos que saqué durante la preparación del libro de los archivos del Instituto de Historia y Cultura Militar.

¿Qué le llamó la atención durante su investigación?
—Estuve unos tres años escribiendo y adaptando la obra, que empecé en 2017. He viajado mucho a la República Dominicana. Una de mis mayores sorpresas fue observar que las zonas que yo iba contando en el libro, en ese periodo histórico, como zonas infranqueables, ríos... hoy en día son reservas de la biosfera, senderos o rutas para senderistas. Lo que más me interesó fue meterme en el alma de ese pueblo y de una España que estaba en una crisis económica, mientras en Dominicana, en cinco años, cambian cada año de gobierno y de ministros. Hay casos de heroísmo por ambos países, pero también de abusos.

Un momento del acto en el Palacio de la Almudaina, en Palma.

¿Qué fracasó para que Isabel II anulara la anexión?
—Primero, hubo un momento en que las operaciones españolas se quedaron colapsadas. España se quedó atada a los puertos del norte, Puerto Plata y Monte Cristo, porque no tenían más capacidad para comunicarse, a pesar que llegamos con dos embarcaciones muy fuertes y, aún así, a la ciudad sublevada que era Santiago de los Caballeros no pudimos llegar. Era enorme el desgaste. A esto se suma las enfermedades. Hubo más gente muerta por enfermedad que por el hierro [se refiere así en un documento histórico a los fallecimientos por armas]. Otro aspecto que propició ese fracaso fue la falta de aclimatación. Estuvimos escasos de hospitales y de barcos. Y, finalmente, también hubo problemas con el ganado.

A partir de 1965, Estados Unidos y España intentan demostrar quién era la mayor potencia...
—¿Por qué Estados Unidos no interviene antes en Dominicana? Porque en ese periodo se libraba la Guerra de Secesión; ni tampoco Francia ni Inglaterra. Hubo una consecuencia clara cuando huimos y cedimos Dominicana, que fue crear un caldo de cultivo para que Cuba y Puerto Rico se independizaran. Y así fue.

¿Y esta guerra entre Ucrania y Rusia? ¿Se atreve a decir si será mundial?
—Me niego. Ya en su día me equivoqué diciendo que Putin sería incapaz de hacer lo que ha hecho. Hablamos de dos pueblos hermanos. Rusia se puede extender, pero la historia nos dice que todo es posible. Putin ha destapado un revisionismo del final de la Segunda Guerra Mundial y es, ciertamente, parecido al que hubo después de la Primera Guerra. El conflicto acabó en falso porque, en lugar de ser un empate a cero, insultan a Alemania y la desmoronan. Es lo mismo en el caso de Rusia: irá a conquistar allá donde tenga población rusa. Eso es lo que hizo Hitler.

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