La economía de Mallorca despegará esta Semana Santa, ya que las previsiones con las que trabajan los diferentes sectores son buenas. Esto se debe, principalmente, a que se espera una llegada de turistas muy similar a la que había en estas fiestas antes de la pandemia de la COVID-19. Esto repercutirá en el resto de la economía de la Isla por la gran dependencia que tiene del turismo. Ultima Hora ha hablado con los representantes de las principales actividades económicas para conocer sus previsiones para estas jornadas festivas.
Sector hotelero
La ocupación hotelera podría superar el 85 por ciento. Desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) han informado que las previsiones de sus establecimientos asociados están un 3 por ciento por debajo de los niveles alcanzados en 2019, el año previo a la pandemia. Además, han precisado que «a mayor categoría, y concretamente en los hoteles de cinco estrellas, es donde se registran las ocupaciones más altas, por encima del 2019 e incluso con alza en los precios». Otro dato a destacar es que del 12 por ciento de hoteles asociados que permanecían cerrados desde octubre 2019, un 36 por ciento ya están abiertos; el resto lo harán el próximo mes de mayo, a excepción de tres establecimientos que están realizando una reforma integral.
Restauración
La llegada de turistas también beneficiará al sector de la restauración, que prevé unos días muy buenos esta Semana Santa, especialmente en la recta final cuando el tiempo será bastante estable. El presidente de Mallorca CAEB Restauración, Alfonso Robledo, ha manifestado que las previsiones son parecidas a las de la última Semana Santa prepandémica, especialmente en Palma. En las zonas de costa, la dependencia del turismo es mayor; «si los hoteles abren, nosotros también», ha precisado.
RBC-Mallorca prevé una buena Semana Santa a la vista de las reservas que van cerrando sus establecimientos, aunque no llegarán a los niveles de 2019. Los restauradores de PIMEM han asegurado que por fragmentos de mercado cabe destacar «el buen comportamiento de la clientela en el segmento alto mientras que los medio y medio bajo padecen un retroceso en comparación con festividades anteriores». No obstante, también han señalado algunos problemas como «la continua fiscalización por parte de la administración pública de la mano de la Patrulla Verde y a raíz de la reforma laboral; y por otro, las obras que a las puertas de la temporada alta dejan lugares tan emblemáticos como Jaume III 'patas arriba'».
Distribución
El presidente de la Asociación de Distribuidores de Baleares, Bartolomé Servera, (las empresas asociadas se encargan de toda la distribución que se hace en las Islas, salvo las de las grandes cadenas de supermercados) ha calificado de «muy, muy, muy buenas las previsiones para esta Semana Santa», ya que hay «mucho movimiento de mercancías de alimentos y bebidas». «El volumen de servicios es casi comparable a 2019», ha precisado. No obstante, ha advertido que «el problema es que los precios siguen totalmente descontrolados, subiendo día tras día». Además, ha puntualizado que «aún faltan algunos productos como embutidos, lácteos y artículos orientales».
Pequeño comercio
El pequeño comercio también se ha mostrado esperanzado en que la Semana Santa permita la reactivación de este sector, aunque son conscientes de las restricciones de gasto que están aplicando los ciudadanos debido a la inflación y a la incertidumbre que genera la guerra en Ucrania. El presidente de Pimeco, Toni Fuster, ha expresado que están «ilusionados con que la Semana Santa sea buena» y que la recuperación del turismo tenga repercusión en el volumen de ventas. No obstante, no cree que lleguen a las cifras de la prepandemia porque «están afectando la subida de precios y la guerra». «Las compras han quedado en un segundo plano», ha lamentado.
El presidente de Afedeco, Toni Gayà, ha declarado que la mejoría del tiempo será muy positiva para las ventas, ya que los ciudadanos se animarán a comprar principalmente ropa de temporada. «Hay gente en Palma, tanto turistas como residentes, los ciudadanos vuelven a salir a la calle», ha manifestado. Sin embargo, ha reconocido que no sabe si las ventas se podrán equiparar a la Semana Santa pre-COVID porque «nos hemos acostumbrado a gastar menos y a ahorrar más».
Agencias de viajes
Lamentablemente, la Semana Santa no está siendo tan positiva para las agencias de viajes. El presidente de Aviba, Xisco Mulet, ha informado que «las ventas están flojas» y aunque la Semana Santa ha motivado una mejoría respecto al año pasado, se han quedado al 50 por ciento de las experimentadas en 2019. Lo que más se está vendiendo son vuelos a la Península, especialmente a Madrid, Andalucía y Asturias. En materia de paquetes turísticos han destacado los viajes a Cataluña, Aragón, el norte de España y Andalucía «para ver las procesiones de Semana Santa». Mulet ha puntualizado que los viajes al extranjero no terminan de despegar por la guerra en Ucrania. No obstante, las personas que se han decantado por destinos internacionales lo han hecho por Disney, Egipto, cruceros fluviales y Roma.
Coches de alquiler
La fuerte demanda turística en estas vacaciones de Semana Santa ha provocado una reserva masiva de coches de alquiler en Mallorca, que según las patronales llega al cien por cien en algunas zonas y muchos turistas se han quedado sin vehículo por no haberlo reservado antes de venir a la Isla. El presidente de la Asociación de Vehículos de Alquiler de Balears (Aevab), Ramón Reus, ha declarado que «hemos superado las mejores previsiones, ya que temíamos que el conflicto bélico retrajera la demanda hacia la Isla de cara a la Semana Santa. La realidad es que estamos al completo y en muchas zonas lo tenemos todo alquilado. La media supera el 85 %, porcentaje que crecerá por las reservas de último momento». Para el presidente de la Asociación Balear de Alquiler de Vehículos sin Conductor (Balebal), Antoni Masferrer, «la situación ha mejorado de forma ostensible».
Punto de vista
«La Semana Santa será como la de 2019»
Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, «la Semana Santa será como la de 2019», ya que «la COVID-19 en Europa ha dejado de ser un problema sanitario y la libertad de movilidad es clave. Puede que haya familias reticentes, pero también es cierto que habrá otras que tengan más ganas y más ahorros que nunca. A su modo de ver, esta «Semana Santa va a ser la primera con cierta normalidad, por lo tanto, más que ayudar, será un escenario esperado. Cualquier año prepandemia se presupuestaba una mayor actividad económica, pero no será la salvación de la economía ya que será simplemente lo que debe ser».
Preguntado por si «la economía balear está salteando los problemas derivados de la guerra y la subida de precios, ha respondido que lo primero sí «porque no hay problemas de guerra en Ucrania»; pero lo segundo no porque «hay problemas muy serios de alta inflación, pero no motivados por la invasión de Rusia, que no ayuda, pero su peso es residual sobre la alta inflación. Pensar que es un problema por Rusia es no ver la realidad y no ver ni soluciones ni medidas de protección».
Langa ha explicado que los sectores más beneficiados estas fiestas serán «de forma directa los turísticos, hosteleros y de consumo en general; y de forma indirecta casi toda la población balear ya que la dependencia a estos sectores es total».