Los padres de los jóvenes que viajaron a Mallorca este mes para celebrar el fin de curso han expresado su malestar y han señalado a las empresas organizadoras de estos viajes como los principales responsables del brote.
Uno de los momentos más criticados ha sido la celebración de un concierto de reguetón en una plaza de toros de Palma donde los jóvenes han reconocido que no se respetaron las medidas de seguridad y que muchos se quitaron la mascarilla a pesar de las indicaciones de las autoridades.
Se trata de un acto que finalmente fue desalojado y en el que muchos jóvenes reconocieron la dimensión del asunto y lo han calificado de «impresionante» y «escandaloso».
Respecto a las responsabilidades, los padres han subrayado el incumplimiento de las medidas de seguridad por parte de las empresas que organizan estos viajes pero también por parte de los locales en los que los jóvenes se han reunido y la responsabilidad de las autoridades baleares.
En este sentido una de las madres ha manifestado la mala gestión del Govern balear que, en su opinión, debería haber espaciado la llegada de alumnos ya que «todos han ido de golpe» porque «todos querían ir el día siguiente de terminar los exámenes».
Precisamente su hija señalaba el momento del desembarco como uno de los más peligrosos ya que el cansancio acumulado durante el viaje hizo que se relajasen «demasiado en cuanto a las normas que hay que tener de seguridad».
Pese a esto, los padres entienden que sus hijos son también responsables pero defienden que se debe a la «inconsciencia de la juventud» y que han pasado dos cursos «muy duros» por la pandemia. No obstante, los padres aseguran que «se lo han pasado fenomenal».
De esta forma, los familiares ven bien las medidas de cribado que Sanidad está realizando para conocer la extensión del brote y aseguran que se pondrán a disposición de las autoridades sanitarias para conocer si sus hijos están afectados o no.
Estudiantes reconocen que «la gente se olvidó por completo de la situación»
Varios estudiantes que viajaron a Mallorca para celebrar el fin de exámenes han aseverado que «la gente se olvidó por completo de la situación» en la Isla, donde había gente «de todo España» y considera que la responsabilidad del «megabrote» recae sobre todo en los «organizadores de los viajes».
«Había momentos donde la mascarilla no estaba. La gente se olvidó por completo de la situación», ha aseverado uno de los estudiantes cuando ha acudido a realizarse una prueba para conocer si estaba infectado por el virus.
El número de jóvenes madrileños a los que afecta este «megabrote» relacionado con viajes de estudiantes a Baleares entre el 18 y 20 de junio es ya de 363. Los estudiantes han admitido un «incumplimiento generalizado de la obligatoriedad del uso de la mascarilla».
Sobre la fiesta de reguetón en la plaza de toros, varios estudiantes han indicado que «acabó antes porque no se cumplían las medidas», y han indicado asimismo que «se juntó gente de toda España». «Los mayores responsables somos nosotros», ha manifestado por su parte una de las jóvenes, quien ha afirmado que los jóvenes decidieron «no cumplir las normas». «En el momento no te das cuenta de que estás haciendo eso, y estábamos juntos, la verdad», ha señalado. Además, ha indicado que «se hubiera sentido más culpable» si hubiera sido positivo en coronavirus.
Postura contraria ha mostrado otro estudiante, quien ha cargado contra las «medidas de agencias y festivales». «Yo no me siento culpable, porque he respetado en la medida de lo posible las restricciones», ha señalado. Además, otro joven ha hecho mención a que a los estudiantes procedentes de Madrid les exigían una prueba anticovid, requisito no exigible a jóvenes de otras regiones.
Continúan las investigaciones
Por su parte, el Govern balear continúa con las investigaciones para esclarecer cuál fue el origen del macrobrote de coronavirus derivado de los viajes de estudios de estudiantes procedentes de diferentes comunidades autónomas.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha apelado a «la responsabilidad» de los jóvenes y a la «prudencia» de la sociedad para no «generalizar» imágenes como las de Mallorca «que son puntuales y están siendo investigadas» ante los brotes surgidos tras los viajes de fin de curso.
Todo con el fin de fomentar «la imagen de España como un destino seguro, en el que nos hemos implicado muchos, y que no se vea afectadas por estos hechos puntuales, denunciables y, cuanto menos reprochables porque somos muchos los ciudadanos que estamos siendo ejemplares».