Can Vivot, uno de los escasos ‘casals' de Palma que aún se mantiene prácticamente intacto, abrirá al público como museo. Su propietario, Pedro de Montaner –que ostenta el título de conde de Savellà– lo quería abrir esta primavera, pero aun no ha recibido el visto bueno del Consell de Mallorca y estima que podrá hacerlo, probablemente, a finales de verano.
Situado en el número 4 de la calle de Can Savellà, cerca de la iglesia de Santa Eulàlia, Can Vivot es uno de los ‘casals' más relevantes de Palma. Está prácticamente igual que a principios del siglo XVIII, cuando se reformó por última vez. De Montaner explica que inicialmente solo abrirá las estancias barrocas, que incluyen la capilla, la biblioteca, la sala de música o la llamada ‘cambra del rei', con una cama cuyo dosel fue regalado a la familia por Felipe V. También podrán verse los frescos del italiano Giuseppe Dardarone. Más adelante prevé abrir el resto de dependencias. Sin embargo, lo que más distingue Can Vivot es su patio, del que el Arxiduc dijo que «ha de contarse entre los más bellos de Palma» y donde es habitual ver a algún turista tomando fotos.
Can Vivot, que está protegido como BIC, ya había estado abierto al público anteriormente: en los años 20 y 30 y desde los 50 hasta finales de los 70 del siglo XX. «Es un edificio emblemático que vale la pena mostrar. Todos luchamos por incentivar las visitas culturales, ¿no? Además, es el destino de estas casas históricas», señala el conde.