Las residencias de la tercera edad de Baleares ya libres de COVID-19, ya que este miércoles no se han notificado casos positivos ni entre usuarios ni entre trabajadores.
Cabe recordar, que desde el pasado 11 de febrero no se diagnosticaba un caso positivo de coronavrirus entre los usuarios de estos centros; en total han sido 1.329. Sí ha habido casos recientes entre los empleados; este miércoles es el primer día sin contagios.
La vacuna ha tenido efectos muy positivos, ya que las residencias de la tercera edad han sido muy golpeadas por la pandemia. Así, desde el inicio de la crisis sanitaria han muerto con coronavirus 259 usuarios de estos centros en las Islas; el último óbito se notificó el asado 16 de febrero.
Altos porcentajes de vacunación
Desde la Conselleria de Salut han informado que un 98 % de los usuarios y un 80 % de los profesionales que trabajan en los geriátricos, aproximadamente, ya han sido inmunizados.
Las citadas fuentes destacan que se trata de un porcentaje muy elevado y recuerdan que los que no hayan sido vacunados que pueden solicitarlo en el momento que lo deseen; no tendrán que esperar lista de espera. «La gran mayoría ha demostrado mucho compromiso y responsabilidad», señalan.
Además, precisan que no todos ellos se niegan a ser vacunados sino que algunos puede que hayan pasado la COVID-19 y hasta que no hayan transcurrido seis meses no pueden recibir esa primera dosis. «No es que no quieran, es que ahora mismo por protocolo no pueden». También añaden que otros no han podido hacerlo por prescripciones médicas.
Desde el departamento que dirige Patricia Gómez han defendido siempre que es muy importante que los usuarios y los profesionales de estos centros estén protegidos para evitar la propagación del virus, ya que ha sido uno de los colectivos más afectados por la pandemia. Por ello, se les dio prioridad en el proceso de vacunación.
El especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Joan Carles March, asegura que «la vacunación ha cambiado la cara de las residencias. El coronavirus ha sido especialmente cruel con las personas mayores, sobre todo con las que viven en residencias. Pese a que estos centros han estado blindados durante gran parte de la crisis sanitaria, el virus lograba entrar de forma fácil y devastadora».
A nivel nacional desde el 14 de marzo de 2020, al menos 19.012 ancianos han muerto a causa de la COVID-19 en residencias, según refleja el último informe del Imserso. Además, otros 10.492 fallecieron en estos centros con un cuadro clínico compatible con la enfermedad.
«Las vacunas contra la COVID-19 que llegaron en diciembre hicieron soñar con el final de la crisis sanitaria y parece que el sueño se está haciendo realidad en estos centros», sostiene.
No obstante, anima a seguir vigilando «para que no volvamos a caer en situaciones peliagudas. La situación actual es muy buena, estando las residencias libres de COVID-19. Tenemos que ser capaces de mantenerlo, haciendo los cambios imprescindibles para no volver a caer en la situación previa a la pandemia».