La guerra de las vacunas contra la COVID-19 en España parece que empezó hace ya semanas atrás, cuando se atisbó que la llegada de dosis para frenar el avance de la pandemia era a cuentagotas, y al Gobierno no le ha quedado otra que salir este miércoles a poner orden en mitad del mercadeo paralelo que parece haberse abierto, sin saber ciertamente aún si tienen potestad para hacerlo, entre varias comunidades autónomas y algunas empresas farmacéuticas que disponen de antídotos ya autorizados contra el coronavirus. Baleares, según confirman desde Salut Pública, se mantiene al margen de este asunto y únicamente se sigue «la estrategia y la normativa marcada por el Ministerio de Sanidad y la Unión Europea».
La vicepresidenta Carmen Calvo ha tenido que salir a recordar a las CCAA, horas antes de la celebración del Consejo Interterritorial de Salut, que las decisiones de qué vacunas, con qué criterio sanitario, a qué tramos de edad y calendario se administran «corresponde al consejo y está decidido, no le corresponde a ninguna comunidad autónoma». Sus palabras llegan después de la polémica suscitada en la Comunidad Valencia y el presidente Ximo Puig por los contactos con representantes de Janssen en España o tras saberse que la Comunidad de Madrid, y otras comunidades, podrían haber mantenido encuentros con el embajador de Sputnik V, tal y como avanza El País. Puig asevera que los contactos no fueron con fin comercial, sino puramente informativo, y ha reconocido en una entrevista en Onda Cero que no sólo ha tenido contactos con profesionales ligados a la vacuna rusa, también han 'pedido información' a Astrazeneca.
Desde el Servei de Salut descartan cualquier negociación de compras de vacunas al margen de los cauces oficiales y al Govern, según voces autorizadas, «no le consta» ningún tipo de contacto u ofrecimiento de vacunas por parte de ninguna empresa, algo que sí parece que ha ocurrido en otros territorios. Andalucía, según una información del medio ya citado, ha admitido que ha recibido ofertas de intermediarios, pero no concreta quién y asegura que, en todo caso, las ha derivado al Ministerio de Sanidad.
La vicepresidenta Carmen Calvo ha recordado que el Gobierno es el que ha negociado el actual modelo de compra de las vacunas y su distribución. Por lo tanto, ha calificado de «ridículo» que cuando Europa decide que los estados no negocien unilateralmente «haya algunas comunidades que esté negociando la nada, porque ha resultado más una performance que otra cosa».
Una acción conjunta
La negociación de compra de vacunas no es este miércoles el único tema candente. Castilla y León ha tomado unilateralmente la decisión de paralizar la vacunación con Astrazeneca. Desde el IBSalut recuerdan que las comunidades autónomas son libres de dar citas y de cancelarlas. La decisión cautelar de Castilla y León llega el día en que la Agencia Europea del Medicamento debe pronunciarse sobre si existe relación directa, causa-efecto, entre los casos de trombo y la vacunad e Oxford.
Baleares, a la espera de la resolución y de lo que se acuerde esta tarde-noche en el Consejo Interterritorial de Salud, no ha alterado la agenda diaria de vacunación. Desde el Servei de Salut recuerdan que se ha actuado de la misma manera que ocurrió hace semanas; no se paralizó la vacunación en las Islas hasta que la EMA dictaminó y el Consejo Interterritorial se posicionó.