La farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford han pausado el ensayo de una vacuna contra la COVID-19 para niños, mientras la autoridad reguladora de fármacos de Reino Unido analiza la posible relación del inmunizador con trombosis en adultos.
El profesor Andrew Pollard, de la Universidad de Oxford, ha aclarado que los investigadores no albergan preocupaciones sobre la seguridad del ensayo en sí, pero ha matizado que se inclinan por esperar hasta que haya más información en este sentido, según ha recogido la prensa británica. «Si bien no hay preocupaciones de seguridad en el ensayo clínico pediátrico, esperamos información adicional (...) antes de administrar más vacunas en el ensayo», ha señalado.
El ensayo del inmunizador para niños, que comenzó en febrero, cuenta con unos 300 voluntarios. En concreto, se evalúa si el fármaco produce una respuesta inmune fuerte contra la COVID-19 en niños de entre seis y 17 años.
La pausa del estudio tiene lugar después de que un responsable de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) haya confirmado una «asociación» entre la vacuna de AstraZeneca y Oxford y los eventos trombóticos que están experimentando algunos vacunados.
Se espera que la EMA, cuyo comité de seguridad «aún no ha llegado a una conclusión y continúa el análisis», y la autoridad reguladora británica, la Agencia Reguladora de Medicinas y Productos Sanitarios (MHRA, por sus siglas en inglés) se pronuncien sobre el asunto en los próximos días. La MHRA, por su parte, ha reiterado que los beneficios de recibir la vacuna contra la COVID-19 superan ampliamente los riesgos.