La conseller de Salut, Patricia Gómez, ha anunciado este martes en el Parlament que la cepa británica de COVID-19 está retrocediendo en Mallorca. En concreto, representa un 14,2 % del total de los contagios.
Ibiza es la isla que presenta una situación más complicada, ya que el 33,2 % de los casos detectados corresponden a la variante del Reino Unido. En Menorca no se ha detectado esta cepa. En el conjunto de Baleares, la variante británica representa el 23 %, ya que Ibiza hace subir la media del resto de las islas.
La titular de Salut ha asegurado que Baleares es de las comunidades más eficientes en su detección; ha recordado que esta cepa es un 70 % más contagiosa y también más grave. En este punto, ha argumentado que aunque los casos están bajando, los casos se podrían disparar.
Especialmente le preocupan los casos de mayores de 65 años, así como la ocupación de UCI. Una vez que pase el pico en UCI, ha explicado que se requieren tres semanas para bajar la ocupación de manera significativa. Gómez ha asegurado que las UCI se encuentran al límite de su capacidad y sería muy preocupante el incremento de contagios.
Desescalada muy lenta
Gómez ha insistido en la necesidad de realizar una desescalada muy lenta; se presentará este viernes y todo apunta a que sólo se permitirá la reapertura de los comercios de más de 700 metros, pero no de las grandes superficies ni centros comerciales. En ese sentido, ha argumentado que la reapertura de las actividades supondría un incremento de contagios, motivo por el que propone una desescalada muy lenta. El objetivo es que el número de contagios sea el menor posible si la variante británica llega a ser la mayoritaria; también están atentos por si aparecen otras variantes.
Gómez ha recordado que este martes se cumple un año del primer caso de COVID-19 confirmado en Baleares. Además, ha destacado que la incidencia acumulada de las Islas está descendiendo, aunque Ibiza sigue preocupando. Baleares ha reducido casi un 50 % su incidencia en un mes y es de las comunidades con el índice más bajo. Sin embargo, ha insistido en que no se puede bajar la guardia.
«El sistema sanitario podría estar aún más tensionado sin las medidas adoptadas desde el mes de diciembre», a las que ha calificado de «drásticas». En este sentido, ha recordado que se ha evitado que entren en las Islas más de 100 personas con COVID-19 y en los puertos ya aeropuertos se han detectado unos 200 positivos.