El hospital de Son Espases y el personal están saturados. Así lo ha denunciado este lunes la delegada sindical de Satse, Erlina Vijande. En este sentido, ha argumentado que aunque hay espacios suficientes para habilitar camas no hay personal cualificado para poder atenderlas.
Vijande ha explicado que actualmente están pudiendo atender a todos los pacientes que llegan porque el personal está realizando horas extras. Además, ha destacado que los permisos de Navidad se han cancelado en la práctica. Actualmente hay cinco plantas COVID-19 en Son Espases y tres en el Hospital General; en la UCI hay 34 enfermos críticos.
Satse ha denunciado la falta de planificación del IB-Salut, ya que entiende que no se puede fiar el incremento de la demanda asistencial a la buena voluntad del personal. Vijande ha manifestado que los sanitarios están agotados, ya que es la tercera ola a la que se enfrentan y en todas han sufrido falta de previsión. En este sentido, ha explicado que el modus operandi siempre es el mismo: primero se llenan las urgencias, luego las plantas y, por último, las UCI.
La delegada sindical de Satse ha recriminado que el IB-Salut pretenda hacer frente a la pandamia con contratos precarios, de tres o seis meses de duración, ya que las enfermeras no quieren venir a trabajar a Baleares a una planta COVID para trabajar sin descanso durante tan poco tiempo.
A todo estoy hay que añadir que el personal también se está viendo afectado por la pandemia: hay unas 30 enfermeras con coronavirus y unas 70 aisladas por haber sido contacto estrecho.
Vijande ha lamentado que aúno se haya resuelto la oposición de mayo de 2019, que supondría que 1.250 enfermeros tendrían una plaza estable en Baleares. «Esto cambiaría mucho la situación», ha manifestado.
Respuesta del Govern
La portavoz del Govern, Pilar Costa, ha reconocido el aumento de la presión de los profesionales sanitarios, pero ha asegurado que el sistema sanitario de las Islas está preparado.
Este lunes se ha convocado a la junta de personal de Son Espases para pedirles que interrumpan sus vacaciones con la finalidad de poder atender el incremento de ingresos motivados por la COVID-19. Costa no ha desvelado si está previsto suspender intervenciones quirúrgicas.