La Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Balears amenaza con realizar una concentración de protesta frente al Consolat y se plantean colapsarán todo el Passeig Marítim con los 1.500 camiones que utilizan para distribuir sus productos por toda la Isla.
El presidente de esta patronal, Bartolomé Servera, muestra el malestar de los asociados por la actitud del Govern durante la actual crisis de la pandemia: «No se nos tiene en cuenta para nada y somos un servicio esencial en Mallorca, ya que hemos suministrado todo tipo de productos a todos los sectores productivos y ninguna de las más de cien empresas que componemos esta asociación ha cerrado. Esto, por lo que parece, no lo valora el Ejecutivo autonómico en la actual crisis».
Servera indica que «hay mucho malestar en nuestro colectivo», de ahí que puntualiza que se verán obligados a tomar decisiones para reivindicar un mejor trato «porque nuestras empresas están actuando con absoluta seriedad y asumiendo costes que otros colectivos no hacen y encima reciben ayudas».
No descartan un cierre patronal, de ahí que piden más diálogo al Govern «porque asumimos costes y estamos financiando y recibiendo aplazamientos de pagos de los clientes porque no tienen ingresos».
Añade que si no se produce un cambio de actitud «tomaremos medidas drásticas, entre ellas la de realizar una concentración con todos los camiones y vehículos de las empresas de distribución en la Isla, que suman más de 1.500. Queremos visualizar el cabreo de las empresas y la falta de tacto de la Administración autonómica.
La preocupación empresarial viene motivada porque si el estado de alarma decretado a mediados de marzo «echó por tierra la campaña de Semana Santa y del verano», ahora ha vuelto a suceder lo mismo con la campaña de Navidad. Servera indica que las naves de almacenamiento de productos «están al completo y ahora con el cierre de hoteles y las nuevas restricciones horarias por motivos sanitarios impuestas en toda la oferta de restauración, sucede lo mismo. No podemos soportar esta coyuntura y el Govern debe ser consciente de ello».
Afirma que la incertidumbre es absoluta y que entienden que ante todo «está la salud sanitaria, pero también se debe de cuidar a un sector productivo esencial para la economía de Mallorca que opera sin ayuda alguna de las instituciones».
Puntualiza que las empresas de distribución «estamos en precario y asumiendo una realidad económica que no nos compete, pero que entendemos».