La consellera de Salut, Patricia Gómez, aún no había hecho oficial el cierre perimetral de la ciudad de Manacor, pero los vecinos de la ciudad ya se habían autoconfinado.
Alrededor de la una del mediodía ya se respiraba un ambiente enrrarecido en el centro de la ciudad. Aunque en un día laboral ‘normal' de entre semana, las calles más céntricas son un hervidero de gente, este martes al mediodía las terrazas de los bares presentaban muchas mesas vacías y apenas había clientes en tiendas y comercios varios. Solo en una entidad bancaria del centro se pudo ver algo más de ambiente.
En la plaza de ses Verdures, donde se encuentra el mercado, no había clientes y en la plaza del Mercat una pareja de la Policía Local vigilaba que todo estuvieran en orden. Y lo estaba.
Los corrillos tampoco eran muchos, pero los que había solo comentaban lo que el lunes era un rumor que este martes se ha confirmado: cierran Manacor. Las dudas se repetían entre los vecinos: ¿Podremos salir de casa? ¿Cerrarán los bares por completo? ¿No podremos salir de la ciudad? ¿Durante cuánto tiempo?
Las respuestas llegaron de la mano de la consellera Patricia Gómez y, después, del alcalde Miquel Oliver, que ofreció una rueda de prensa a través Youtube. No es la primera vez que el Ajuntament hace sus comunicaciones por esta vía, pero sí es la que más seguidores ha tenido hasta el momento. Los vecinos necesitaban respuestas y, sobre todo, tranquilidad. Saber a qué atenerse.
Mientras que la preocupación crecía entre los ciudadanos, en los colegios continuaba la normalidad. La nueva normalidad.
Los comercios y empresas se apresuraban en conocer los pormenores de la medida de confinamiento para adaptar sus negocios al confinamiento perimetral, mientras que en los centros educativos los escolares seguían con sus clases. De hecho, los colegios seguirán abiertos durante el cierre perimetral de Manacor.
Y es que los vecinos de la ciudad no podrán entrar ni salir del perímetro sin una causa justificada, pero sí se podrán mover por dentro de él con cierta normalidad. Podrán ir a comprar (en cualquier tipo de comercio) y las terrazas de los bares estarán abiertas al 50 por ciento de su capacidad. Pero, claro, deben hacer caso de las medidas sanitarias vigentes. Ya saben: limpieza de manos, distancia y mascarilla para poder salir cuanto antes de esta situación, que no es agradable para nadie.
Algunos preguntaban si habrá fiestas de Navidad y Sant Antoni. El alcalde Oliver fue claro: «Depende de lo bien que se porte cada uno». Y así es.
Maria Vázquez y Guillem Adroner están totalmente de acuerdo con las medidas que se han adoptado. «Cuesta adaptarse y estar encerrado en casa, pero debemos ser conscientes de que no estamos hablando de una simple gripe. Es un asunto serio y no podemos jugar».
Vázquez cree que los jóvenes deben ser más responsables con este tema y Adrover añade que «durante el primer estado de alarma se dijo tanto que a ellos no les afectaba que han bajado la guardia».
Colau Morey cree que «se debe poner solución de una manera o de otra porque la pandemia se nos va de las manos». También cree que los jóvenes deberían acatar más y mejor las normas.