Este domingo pasado no fue un día cualquiera en el aeropuerto de Son Sant Joan. Ninguno de los viajeros británicos que embarcaba se imaginaba 48 horas antes que, a su vuelta, debería encerrarse en su casa durante dos semanas; que debería evitar al máximo posible el contacto físico con otras personas y, además, debería monitorizar su salud y estar a disposición de su centro local de salud o estatal. Estar en «cuarentena», en una palabra.
Todas estas sensaciones se respiraban en el aeropuerto de Palma, que registraba un movimiento humano incluso por debajo del medio gas de un calurosos mes de julio. En los embarques de los vuelos hacia el Reino Unido se detectaba esta extraña tensión de quien ha terminado sus vacaciones y se lleva consigo un mal sabor de boca.
No fue fácil hablar con los doce británicos que aparecen junto a estas líneas. Muchos iban a lo suyo. Lo que les importaba no era hablar con la prensa, sino saber qué se iban a encontrar a su llegada al aeropuerto de Heathrow, Leicester, Glasgow o Edimburgo. ¿Cómo se les informaría de lo que tenían que hacer? ¿Les tomarían la temperatura antes de dejarles salir del aeropuerto?
Aquellas personas que quisieron hablar mostraron mucho malestar. Afirmaron en su totalidad que si hubieran sabido que se les impondría una cuarentena de dos semanas no hubieran iniciado su viaje a la Isla.
En el mostrador de una de las aerolíneas que conectaban el aeropuerto de Palma con el Reino Unido nos explicaron que el embarque se realizaba de manera «normal, sin imprevistos» por la entrada en vigor de la cuarentena. No tenían mucho más que añadir. Una trabajadora del mostrador de facturación explicó que «los turistas, cuando lleguen a sus casas, se saltarán la cuarentena a la torera».
Sea como sea, la medida del Gobierno británico puede haber dejado mal sabor de boca a los turistas, pero no empañará, según sus palabras, la experiencia vivida en la Isla. Y es que los entrevistados no tuvieron ninguna duda al afirmar que el año que viene volverán.
«No es una medida amable, pero es la más segura para proteger la salud, que es lo importante. No es una buena noticia para los mallorquines y eso que no tenéis muchos casos. Vuestro negocio, que es el turismo, va a sufrir mucho. Tengo amigos aquí con empresas y están muy preocupados».
«Estoy preocupado por la situación del coronavirus pero creo que la cuarentena de dos semanas es una medida un poco exagerada. Soy jefe de obra y tengo gente a mi cargo y no sé cómo lo voy a hacer si tengo que estar dos semanas sin poder salir de mi casa. Es una situación que no me esperaba vivir».
«Inglaterra no quiere que sus ciudadanos se pasen la noche de fiesta por Magaluf y otros sitios así. A causa de la cuarentena de dos semanas no podré mantener mi estudio de tatuaje y tendré que buscarme la vida haciendo otras cosas. He hablado con unos amigos y ya tenemos algo pensado. Espero que vaya bien».
«Hemos venido en un viaje de aniversario a Palma y teníamos que ir a Fuerteventura con la familia pero por culpa de la cuarentena tenemos que volver a casa con los niños. Al ser bombero, soy funcionario y mi trabajo y mi salario están cubiertos por el Estado, por lo que no estoy preocupado».
«Creo que la cuarentena no tiene sentido y estoy cabreada porque nos avisaron con menos de un día de antelación. Mallorca es, probablemente, más segura que el Reino Unido. Si la cosa se complicara tendrían que cerrar Madrid o Barcelona, que son los núcleos más infectados y excluir las Islas Baleares».
«Las dos semanas de cuarentena son muy frustrantes. No nos lo esperábamos. Será un tema molesto a la hora de compaginarlo con el trabajo. Tendré que cambiar mis planes de las dos siguientes semanas. Gracias a Dios trabajo desde casa y no tendré problemas para seguir con mi vida laboral».
«Tendrían que haber avisado con más tiempo para que la gente hubiera podido organizar su vida. Conozco a gente que tiene empresas en la Isla y esto va a pararlo todo. Está difícil, porque si no hay alemanes ni ingleses que vienen a Mallorca tenéis un problema gordo. He vivido aquí más de veinte años».
«No sé exactamente cuántos casos positivos hay en Mallorca. La ley debería ser más selectiva y discriminar por territorios para que lugares seguros no queden bloqueados. Esta situación no afecta a mi trabajo porque formo parte de la sanidad pública y estoy obligado a volver a mi ocupación».
«Mallorca no tiene tantos casos como el Reino Unido. La cuarentena no cambia nada porque trabajo desde casa. Si hubiera sabido antes que nos harían seguir una cuarentena ni mi marido ni yo habríamos venido de vacaciones».
«Estoy enfadada con la medida. Me tocará no hacer nada en casa, ordenar la sala de estar y poco más. Hemos venido varias veces a Mallorca y nos encanta. A pesar de la situación de pandemia, volveremos el año que viene».
«Me extraña que hayan tomado esta decisión porque quí no hay mucho coronavirus. Tocará quedarse en casa y tener mucha paciencia. Si sabemos lo que pasaría no hubiéramos venido, aunque nos lo hemos pasado muy bien aquí».
«Si vienes de Inglaterra a España, tú no tienes que guardar la cuarentena, pero si haces el trayecto inverso, sí. No tiene sentido. Baleares casi no tiene casos comparados con mi país, Inglaterra. Esto no afectará mucho al trabajo de mis padres».