Las consecuencias de la crisis económica derivada de la alerta sanitaria del coronavirus se notan ya en el sector inmobiliario de los locales comerciales de las Islas y, sobre todo, en el centro de Palma. El precio de los alquileres ya es entre un 10 y 15 % inferior al de antes de la pandemia y los traspasos van en aumento. Así lo indicó el gerente de Gesmorent, Chechu Osinalde, inmobiliaria que se dedica por completo a locales comerciales, naves industriales y oficinas.
A lo largo de los casi dos meses de confinamiento absoluto, la actividad estaba paralizada y no empezó a reactivarse hasta la semana pasada. Desde entonces, los nuevos contratos de alquiler que se firman son hasta un 15 % más baratos. Empresas que cambian de ubicación, que buscan un espacio más adecuado a sus necesidades actuales y empresarios que continúan con sus proyectos paralizados por el confinamiento son los perfiles de los empresarios que en estos momentos cierran contratos de alquiler de locales comerciales.
Rebajas
Esta rebaja del precio de los alquileres afecta también a los contratos vigentes. Según indicó Osinalde, se están realizando contratos privados entre propietarios y arrendatarios de locales comerciales para disminuir el precio del alquiler, también entre un 10 y 15 % de media. «Se firman anexos en los contratos vigentes de entre un año y dos años vista», detalló el gerente de Gesmorent.
Renegociar los contratos de alquiler fue una de las primeras medidas que se vieron obligados a tomar muchos propietarios como consecuencia de la declaración del estado de alarma. Han mantenido los negocios cerrados casi dos meses y las perspectivas a corto y medio plazo no son buenas. Durante este tiempo los negocios han tenido que seguir haciendo frente a una serie de costes fijos, entre ellos el alquiler, de ahí, que en muchos casos se renegocie su coste.
Sin embargo, esta rebaja no ha sido suficiente para muchas empresas. En los últimos días están proliferando en la ciudad los letreros de ‘se traspasa', sobre todo de comercios y locales de restauración. «En las próximas semanas irán a más», dijo Osinalde, para quien «aún es pronto para cuantificar el número de locales que se traspasan».
La retracción del consumo interno motivado por los miles de despidos temporales que afectan a los trabajadores de Balears y la previsión de una temporada turística negativa ha afectado ya a los negocios de las Islas, especialmente a pequeños y medianos. Patronales de comercio y restauración advirtieron ya de que muchas empresas de estos sectores no sobrevivirían a la pandemia.
Pocas ventas
Comercios de menos de 400 metros cuadrados y terrazas al 50 % pueden abrir desde el lunes de la semana pasada, pero el volumen de negocio no es, ni de lejos, el habitual de estas fechas. Las ventas en los comercios son más bien escasas y se han paralizado muchas de las compras típicas de esta época del año, cuando se celebraban un gran número de eventos como bodas, comuniones, bautizos o fiestas de inauguración y aperturas de locales de ocio.
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, a 1 de enero de 2010 había 10.354 comercios en Balears, 4.478 restaurantes y 3.319 establecimientos de bebidas. Las cifras habían empezado a estabilizarse después de la debacle provocada por la anterior crisis de 2008. Entonces, el sector del comercio estuvo muy golpeado y a día de hoy no ha recuperado la cifra de 13.091 negocios contabilizados a 1 de enero de 2008. Todo apunta a un nuevo revés en los próximos meses.