El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, ha reconocido este jueves en una comparecencia telemática que, en caso de iniciarse la fase 1 de la desescalada a partir del lunes, no se solucionarán los problemas del sector turístico.
El hecho de poder abrir establecimientos hoteleros y de restauración con restricciones de aforo y sin conexiones aéreas y marítimas, provocará tener una «actividad mínima, prácticamente de subsistencia o de pérdidas» para aquellas empresas que decidan reabrir puertas, ha dicho.
El presidente de la institución insular ha apuntado que entrar directamente en la fase1 de la desescalada, tal y como se ha reclamado, es una «buena noticia» porque abre la «esperanza» a tener un «mínimo de temporada turística». Aun así, este inicio de temporada, «extraña y anormal», podría darse a mediados del mes de julio o en agosto, ha avanzado.
En la comparecencia ha reiterado que hay que ser conscientes de que será una temporada «difícil y dura», pero ha destacado que lo importante es recuperar «poco a poco» todos los servicios para lograr la normalidad y superar la crisis sanitaria.
El presidente del Consell de Ibiza confía en tener noticias sobre la petición de iniciar la desescalada a partir del próximo lunes a lo largo de este mismo jueves o mañana viernes.
Para Marí, hay que ser «rigurosos» y «cautelosos» para seguir avanzando y lograr completar las cuatro fases del desconfinamiento. «Las prisas y la necesidad de salir de una situación complicada no nos deben hacer perder el camino ya recorrido», ha dicho el presidente insular, que ha instado a la ciudadanía a ser «responsables» y a «extremar» todas las medidas de higiene.
Por otro lado, el Consell de Ibiza ha anunciado que se está trabajando en medio centenar de medidas para agilizar el impulso de la actividad económica. Por ello, se apuesta por una «simplificación» y «desburocratización» administrativa y por el impulso de medidas sociales y fiscales con el objetivo de que todos los sectores puedan verse beneficiados.
Además, desde Ibiza reclaman la necesidad de hacer pruebas a la población para tener datos «claros y fiables» sobre la incidencia del virus y las personas asintomáticas, determinar los protocolos de higiene que se deberán seguir en los negocios de restauración y facilitar todo el material sanitario y de protección.
Por otro lado, piden que el Gobierno aclare qué efectos tendrá avanzar la desescalada para las empresas que han aplicado un ERTE ya que, según ha indicado, hasta que la conectividad aérea con los mercados emisores no se reabra «no se podrá dar por empezada la temporada».