La consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, ha asegurado este lunes que un primer análisis del material sanitario de protección inmovilizado la semana pasada para comprobar su eficacia ha determinado que es eficaz, pero ha añadido que se hará otro más para confirmarlo.
Según Gómez, «se ha hecho un primer análisis que garantiza la eficacia del material, y aún así se está haciendo un segundo contraanálisis para ver si el material cumple o no», ha detallado en una rueda de prensa telemática.
La Conselleria de Salud informó el viernes de que había inmovilizado 95.000 mascarillas que no cumplían los requisitos de este material de protección, de dos fabricantes chinos, provenientes tanto de una distribución que realizó el Ministerio de Sanidad como de una partida de adquisición propia.
El Govern recibió unas 15.000 mascarillas del tipo FFP2 remitidas por el Ministerio que no cumplían los requisitos, pero además compró otras 80.000 de otro fabricante chino igualmente defectuosas, según fuentes del Ib-Salut.
Aproximadamente el 80 % del total de mascarillas con posibles fallos de seguridad no había llegado a distribuirse y todas fueron retiradas. La inmovilización no supuso desabastecimiento porque, según el portavoz del Comité de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, el viernes había unas 200.000 mascarillas de este tipo disponibles en las islas.