La contención del coronavirus se está cebando con las prostitutas de Mallorca. Si el paro afecta a miles de personas en la Isla, en el caso de estas mujeres en situaciones extremadamente vulnerables «están pasando hambre», según Maria Durán, directora del Institut Balear de la Dona (IB Dona). Mientras tanto, hay clientes que están sorteando el encierro y reclaman sus servicios, llamando a la puerta de estas mujeres que temen el coronavirus y la falta de ingresos.
«Estas mujeres no quieren ejercer ahora y el Govern ha sacado ahora una renta social de emergencia» que puede paliar la caída de la actividad. Sin embargo, las hay que no tienen elección: «La semana pasada expulsaron a cinco mujeres de los pisos en los que vivían y donde ejercían», denuncia Durán.
Desde Casal Petit, Margalida Alomar advierte que «para ellas, el confinamiento es mucho mas difícil porque viven en una habitación durante 24 horas». Todas están muy preocupadas por el pago del alquiler o la compra de comida. Alomar agradece la puesta en marcha de la ayuda de urgencia por parte del Govern, que asciende a 459 euros. En Casal Petit atienden a 250 mujeres al año, pero no acceden a las que están encerradas en pisos. «Hay víctimas de trata que son obligadas a ejercer por sus proxenetas. Mientras haya demanda... Estos hombres se saltan la cuarentena y no tienen ningún escrúpulo», denuncian desde Casal Petit.
Amenazas
En Metges del Món han constatado que «hay mujeres que ejercen bajo amenazas o ante la posibilidad de que las echen del piso en el que viven. Reciben llamadas de puteros que demandan sus servicios sexuales y se sienten presionadas por su situación de extrema vulnerabilidad económica». Belén Matesanz, coordinadora autonómica de esta entidad, advierte que «con la excusa de que van a por tabaco o al supermercado, acuden a los pisos de estas mujeres. Muchas no abren la puerta, pero las que están en redes de explotación no tienen opción».
Metges del Mon y Casal Petit se coordinan con Cruz Roja Balears para facilitar comida, productos de primera necesidad o apoyo psicológico. Solo en 2019, Metges del Món atendió a 1.600 prostitutas en Mallorca y Eivissa y se calcula que 550 mujeres accederán a esta ayuda, destinada «a personas que han recibido nuestra atención continuada. No habrá un efecto llamada», señala Matesanz.
Por su parte, Cati Bagur, coordinadora de l'Àrea de Dona i dificultats socials de Cruz Roja Balears, señala que «de enero a marzo llevamos a cabo una intervención activa con 53 mujeres en un plan social o sanitario. Ahora hemos readaptado la intervención para suplir sus necesidades de alimentación, productos de higiene íntima y material preventivo». Pese al confinamiento siguen en contacto con estas mujeres a diario por teléfono para conocer sus necesidades. Bagur advierte que «en un porcentaje pequeño, algunas siguen ejerciendo porque hay clientes», aunque no tienen cifras concretas.
Cruz Roja ha readaptado su intervención para ayudar a estas mujeres en situación de urgencia y «contamos con un equipo que entrega alimentos a domicilio», señala la responsable.