¿Cómo está afectando a la movilidad el confinamiento? Google da, como es habitual, respuesta a la pregunta. La multinacional estadounidense publicó este viernes informes estadísticos elaborados a partir de los datos de teléfonos móviles sobre cómo están afectando a la movilidad de las personas las órdenes de confinamiento por la pandemia de la COVID-19 decretadas en hasta 131 países.
Los informes, accesibles para todo el mundo a través de una web de Google, usan datos anonimizados (es decir, de los que no se pueden recuperar las identidades individuales) y genéricos a nivel de país o, en algunos casos, región, para mostrar en gráficos cómo han evolucionado los hábitos de movilidad durante la pandemia de coronavirus.
■ Informe de Google sobre la movilidad en España
«La idea es ayudar a los responsables de salud pública y otras administraciones a entender mejor cuáles están siendo los efectos de las medidas adoptadas y, si es necesario, modificarlas en base a las tendencias observadas», dijo un portavoz de Google que pidió no ser identificado.
Los gráficos de movilidad representan seis categorías distintas: tiendas y recreación; supermercados y farmacias; parques; estaciones de transporte público; lugares de trabajo; y espacios residenciales, de manera que es posible, por ejemplo, observar la tendencia de actividad que ha habido, por ejemplo, en los parques en España desde que se decretaron las medidas de confinamiento.
En realidad, lo único que está haciendo la empresa con sede en Mountain View (California, EE.UU.) es agregar por países y regiones unos datos que ya existían y eran públicos de forma individualizada a través de Google Maps, donde se puede consultar a tiempo real si una tienda, un restaurante u otro espacio está más o menos ocupado de lo que es habitual.
Sin embargo, esta nueva presentación permite observar de un vistazo la evolución que ha seguido la actividad en cada una de las categorías por país y entender así mejor el grado de efectividad de las medidas de confinamiento de la población.
Los informes se alimentan por tanto de los datos recabados mediante los sistemas de geolocalización de los teléfonos de particulares que hayan dado su permiso expreso, y son actualizados de forma periódica cada dos o tres días para mostrar las últimas tendencias.
Google aseguró que los informes se nutren exclusivamente de datos agregados y completamente anónimos, y que cumplen con sus «más estrictos protocolos y políticas de privacidad».
De hecho, para reforzar todavía más el carácter genérico de los datos y resaltar las tendencias, en ningún caso se muestran cifras absolutas de, por ejemplo, personas que han visitado los parques o comprado en los supermercados de un país determinado, sino que los únicos números que se ofrecen son cambios porcentuales.
A diferencia de lo que han hecho algunos países asiáticos como China o Corea del Sur, estos informes no incluyen ningún tipo de dato individualizado, ni movimientos de personas concretas ni estados de salud o de infección y por tanto su utilidad no recae en prevenir posibles infecciones, sino únicamente en medir la efectividad de las órdenes de distanciamiento social.
Si un usuario desea que Google no incluya sus movimientos en estos datos agregados, deberá asegurarse de tener marcado como «desactivado» el Historial de Ubicaciones en el menú de configuración de su teléfono móvil, aunque la empresa explicó que esta es una opción que ya viene desactivada de manera predeterminada y es el propio internauta quien tiene que dar el paso para que se guarde su historial.
Durante los últimos días, se ha abierto en EE.UU. un debate sobre si Apple y Google -que juntas controlan la práctica totalidad del mercado de sistemas operativos móviles en el país- deberían colaborar con las autoridades sanitarias y el Gobierno para facilitarles grandes cantidades de datos de los que ya disponen sobre la población para luchar contra la pandemia.
Presumiblemente, estos datos serían más específicos que los anunciados este viernes, y se acercarían más a un modelo dedicado al seguimiento de casos particulares y a la prevención de nuevas infecciones como hicieron los países asiáticos, lo que sin duda plantearía grandes dudas acerca de la privacidad de los usuarios.