El sistema desplegado por Corea del Sur para controlar la propagación del coronavirus ha permitido que el 60 % de las personas que se infectaron estén ya curados. Pese a eso, este viernes el país asiático reportó 86 nuevos casos y superó los 10.000 contagiados.
Con los 86 nuevos casos detectados el jueves, Corea del Sur suma 10.062 infecciones, de las cuales 3.867 son casos activos (112 menos que en la víspera), informó este viernes el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades Infecciosas de Corea (KCDC).
El jueves se dio el alta a 193 personas por lo que ya se han curado 6.021, el 59,8 % de los que se han infectado.
También se informó de cinco nuevas muertes a causa del virus, por lo que son 174 los fallecidos en Corea del Sur, donde la tasa de letalidad del virus se sitúa en el 1,73 %, un nivel considerado estándar en un escenario de buena disponibilidad hospitalaria.
El país asiático, que llegó a ser el segundo más afectado por el virus, ha logrado implementar un programa que combina testeo masivo de sospechosos de contagio, seguimiento exhaustivo de rastros de infección y hospitalización generalizada (incluyendo a los casos leves) que de momento ha estabilizado el contagio.
Gracias a esto Corea del Sur, que no ha limitado la movilidad de sus ciudadanos ni cerrado fronteras, no registra más de 200 contagios diarios desde el pasado 12 de marzo.
No obstante, las autoridades insisten en la necesidad de mantener el distanciamiento social ante el riesgo de que el contagio repunte, especialmente en torno a la región de Seúl, donde viven 26 millones de personas.
La región capitalina es, junto al entorno de la ciudad de Daegu (sureste del país) y a los casos importados, uno de los tres grandes frentes donde el país asiático combate el coronavirus.
De hecho, Seúl y sus zonas aledañas registraron el mayor número de contagios de la COVID-19 el jueves, 42, principalmente por los brotes registrados en iglesias protestantes, convertidas en uno los principales focos de infección en el país asiático, y también debido a que la mayoría de personas que contrajeron el virus fuera del país reside en torno a la capital.
Con respecto a los casos importados, otros 22 fueron detectados el jueves en aeropuertos, donde se testa obligatoriamente a los llegados de Europa o a aquellos que tienen síntomas.
Para evitar que la oleada de estos contagios genere nuevas infecciones, las autoridades obligan a todo aquel que entre en el país a guardar una cuarentena de 14 días.