Uno de los ochenta trabajadores que Son Espases envió el miércoles a su casa tras descubrir que durante varios días habían estado atendiendo a una paciente con coronavirus, se quejaba este jueves de la desinformación del centro, del alarmismo y de que no se le hiciera una prueba para descartar que también ella fuera portadora del virus. «He atendido durante estos cinco días a la mujer que ahora ha fallecido, pero mientras también he tratado a otros pacientes inmunodeprimidos», confesó alarmada.
Por otra parte, censuró las contraindicaciones que dieron desde el mismo hospital. «Mi supervisora me dijo el miércoles que ya no fuera a trabajar pero luego me llamó salud laboral diciendo que sí tenía que ir... Yo he tenido un contacto muy directo con esta paciente», se quejó. «Es una vergüenza lo que hacen con nosotros».
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A pesar de no presentar los síntomas propios de la COVID-19 esta sanitaria considera necesario que descarten los casos sospechosos entre los trabajadores para dar tranquilidad. «No estoy preocupada por mí, sino por mi madre o por mi padre, que está ingresado», asegura. «Yo he podido contagiar a otros enfermos sin saberlo», critica.
La consellera de Salut aseguró que todos los trabajadores a los que se ha enviado a casa «son profesionales que no presentan síntomas». Patricia Gómez recordó que los catorce días de cuarentena es una recomendación del consejo interterritorial pero que «varias comunidades ya han pedido que se flexibilice».
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Por otra parte, Son Espases contabilizó este jueves hasta 251 pruebas de PCR para detectar coronavirus desde que empezó la crisis sanitaria. Se realizan a las 8 de la mañana y a las 15 horas de la tarde y los resultados se conocen tras varias horas.