La psicosis es la palabra más repetida esta semana. Sobre todo entre los pasillos de los supermercados de Palma, que han entrado en crisis por el abastecimiento de suministros a consecuencia del coronavirus. Mercadona agota diariamente sus productos, aunque no es la única.
La noche del miércoles, algunos trabajadores de otras plantas de El Corte Inglés tuvieron que bajar al supermercado para ayudar a sus compañeros «porque estuvo todo desbordado de gente», aseguran fuentes del grupo. Sin embargo, ayer por la mañana los pasillos comenzaban a relucir.
Los empleados estuvieron reponiendo nuevos suministros, aunque en la zona de carnes todavía se apreciaba ese vacío descomunal. María, una clienta que paseaba con su carro buscando conservas, se reía de la situación: «No es necesario hacer alarma social. Yo, desde luego, vengo a comprar la misma cantidad que siempre».
Psicosis
Si ayer este diario avanzaba esa psicosis injustificada en los supermercados, hoy continúa la situación en un nuevo capítulo. Pese a que la asociación de distribuidores de Balearws llama a la calma y asegura los suministros, la ‘vox populi' rumorea, por los pasillos, que esto es un caos.
«A mí me han dicho que en 15 días Baleares estará en cuarentena y no llegará comida», comentaba un señor frente al pasillo de lácteos de un Mercadona, que acumuló colas y colas de clientes con carros a rebosar. «Yo no sé lo que pasará, pero a mí ya me han dejado sin leche de avena. Mira cómo están las cajas. Vacías». En un establecimiento OpenCor de Palma abundaban los alimentos. Los trabajadores repusieron ayer la nueva mercancía. Dos de los cajeros, en un momento sin clientes, bromeaban sobre la situación que se está generando en los súpers por la COVID-19. «Esto parece Walking Dead. No sé a dónde vamos a llegar».
‘Agotado'
Alcampo y Carrefour han sido los últimos en añadirse a la lista de productos ‘sold out' (agotado). Los huevos y las ensaladas eran los productos con mayor demanda. Si en OpenCor apenas se veían huevos o bolsas de ensaladas agotadas, en Alcampo pasa todo lo contrario. La cadena mostró ayer unos pasillos totalmente desnudos, descubiertos. Sin ninguna mercancía para vender.
Entre los clientes, un joven, que hacía una compra grande, aparecía con mascarilla, algo poco inusual en otros supermercados. Sí fue algo común ver a familias acaparando carritos y comprando alimentos para, al menos, una larga temporada. La otra parte de clientes, la de las cestas, aseguraba sentirse «muy tranquila». Fue el caso de dos hombres que hacían cola en El Corte Inglés con dos o tres productos en la mano: «Ya ves lo que llevo. Si al final vas a agotar cada días las cosas, otras personas se quedarán sin lo que necesitan. No tiene sentido esto».
Tampoco lo tenía para otra señora mayor que se paseaba, alarmada, por la zona de pastas de un súper situado cerca de la plaza España. «Esto es una psicosis. No entiendo nada». Según rumoreó un trabajador de las galerías de la plaza Mayor, «Mercadona consiguió vender en un día lo mismo que todo diciembre».
Las pastas, las conservas, el papel higiénico y los geles desinfectantes son los productos que más se abastecen al día. Eroski, una de las cadenas en la que todavía no hay pánico, comienza a agotar papel higiénico y el alcohol, según explicaba ayer un empleado, «e incluso agua oxigenada».
«Señores clientes, no habrá servicio a domicilio»
Mientras que algunas de las cadenas de supermercados apuestan por los servicios ‘on line', ayer el Mercadona ubicado en el Mercat de l'Olivar, anunciaba, pasadas las doce y media de la mañana a sus clientes que ya no habría servicio a domicilio. Es un cierre temporal, según han ido avanzando diferentes medios a nivel mundial, a consecuencia de la masiva oleada de pedidos a domicilio por el coronavirus.