La diputada balear del PP Marga Prohens ha asegurado este viernes que con la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno «se premia a los políticos que se han saltado la ley» y ha asegurado que el líder socialista traiciona «a España, a sus principios y a su propia campaña electoral».
«Será una investidura triste», ha dicho Prohens en una rueda de prensa celebrada antes de viajar a Madrid para el pleno que comienza mañana. «El pacto al que ha llegado Sánchez con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) pone de rodillas al Congreso de los Diputados», ha afirmado.
La diputada ha criticado que Sánchez haya pactado con ERC «la celebración de un referéndum ilegal en Cataluña» y que se haya negociado con partidos vascos la posibilidad de retirar de Navarra la Guardia Civil. «Es inaudito», ha insistido.
Prohens tampoco entiende cómo Sánchez ha firmado un documento en el que se admite que en el caso de Cataluña «se ha judicializado un conflicto político». «Firmando esto, Sánchez se ha cargado la libertad de las instituciones», ha puntualizado la diputada popular.
«La palabra de Pedro Sánchez no vale nada», ha abundado Prohens, para quien el candidato socialista «es un traidor» que plantea subir los impuestos en un país «con los peores datos de paro desde 2012», lo que empeorará «la situación de los españoles».
En relación al papel que desempeña la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, ha señalado que «se siente cómoda al saber que se permitirá un referéndum en Cataluña y como de costumbre, calla».
Marga Prohens ha indicado que Pedro Sánchez, «desde el primer momento dejó claro que sus socios iban a ser los partidos independentistas» a pesar de que «el presidente del PP, Pablo Casado, le ofreció una docena de pactos de Estado, pero los rechazó todos».
«Pediría a los barones socialistas que, antes de las votaciones para investir a Sánchez, hagan un ejercicio de responsabilidad y recapaciten», ha dicho la diputada balear, que ni incluye en su apelación a una Armengol que «está muy cómoda así, aunque sabe que la palabra de Sánchez no vale nada».