Un grupo de trabajadores de la sede de Thomas Cook en Palma decidió este martes salir fuera del edificio por protestar por la situación que viven. Pese a que en la reunión celebrada la semana pasada con los administradores concursales se les avanzó que en breve recibirían la nómina correspondiente al mes de septiembre, todavía no la han cobrado. Por este motivo, exhibieron carteles denunciando los hechos y en los que se preguntaban: «¿Quién se pone ahora en nuestros zapatos?», además de criticar que los políticos «solo se han hecho la foto», sin, por ahora, haber recibido ninguna contraprestación.
Esta movilización corrió a cargo de un solo grupo de empleados y los miembros de la comisión negociadora encargada de pactar la extinción laboral con los administradores concursales no formaban parte de esta protesta. Según explicaron, la orden de pago de la nómina de septiembre está dada, «pero el departamento de personal tiene que calcularlas una a una. Esperemos que se abonen lo antes posible». En cualquier caso, entienden que la situación es «insostenible» para muchos trabajadores, que deben acudir a su puesto sin cobrar.
El pleno del Parlament, sin votos en contra, validó el decreto ley del Govern que da ayudas al personal afectado por la quiebra de Thomas Cook y a las empresas que les contraten.
A pesar de poner en evidencia algunas diferencias sobre política turística, los grupos expresaron en sus intervenciones su respaldo a las medidas. En su intervención, el conseller Negueruela, abrió el paso a una normativa legal que prevea cómo actuar en casos de quiebra de empresas. La Diputación Permanete del Congreso también validó las ayudas estatales.