Este domingo falleció en Palma a los cien años, rodeado de su familia, José Grau Carapuig, cofundador de la conocida joyería Piña y Grau de Palma.
Nacido en Tarragona, José Grau trabajó de joven en el campo de Ulldecona. Eran tiempos difíciles. Llegó a Mallorca poco después de la Guerra Civil porque familiares suyos residían en la Isla.
En 1951 se casó con Concepción Miró Arrecio, hija de una saga de joyeros. Sus dotes de empresario pronto se darían a conocer porque un año después, en 1952, fundó con José Piña la joyería que lleva el nombre de ambos, también conocida por ‘La fábrica de la Plata'.
Tenía dos sedes: una en la plaza de Tagamanent –que de ahí pasó a la cercana calle de San Bartolomé– y otra en Colom. Estos establecimientos obtuvieron el reconocimiento de «emblemáticos» por el Ajuntament.
Gran amante del deporte, seguidor del Mallorca y persona muy conocida en Palma, José Grau dedicó toda su vida profesional a la joyería, donde ganó una gran reputación. Uno de los secretos de su éxito fue no trabajar con intermediarios, ofrecer precios muy ajustados y dispensar un trato muy cercano y de confianza a la clientela, mucha de ella «de toda la vida».
El velatorio será este lunes de 11.00 a 13.00 horas en el tanatorio de Son Valentí. Y el funeral tendrá lugar también este lunes a las 20.00 horas en la iglesia parroquial del Sagrado Corazón de Palma.