El Consell de Mallorca anunció este martes una modificación a la baja del proyecto de desdoblamiento de la carretera de Llucmajor a Campos en un intento por frenar el rechazo interno a la obra por parte de movimientos ecologistas y, sobre todo, de sectores de Més y Podemos, que se habían mostrado muy críticos con esta construcción cuando apenas quedan seis meses para las elecciones.
La modificación implicará una rebaja de diez metros en la anchura del proyecto, lo que a su vez permitirá que la construcción tenga unas dimensiones inferiores a las de la carretera a Manacor: la que llegará hasta Campos tendrá una anchura de 45,50 metros mientras que la de Manacor mide 45,95 metros. El consumo de territorio se reduce en 80.000 metros cuadrados, según los datos facilitados por la institución.
El anuncio de «redimensionamiento» de la obra se produjo en la audiencia pública convocada por el Consell, en la que los ciudadanos podían interpelar a los cargos de la institución. Una quincena de representantes de la plataforma antiautopistas se había personado para formular preguntas sobre la obra a Mercedes Garrido.
La consellera de Territori aprovechó esta circunstancia para comunicar los cambios: «En todo momento dijimos que nuestra voluntad era redimensionar el proyecto y eso es lo que hacemos». El president del Consell, Miquel Ensenyat, también incidió en la voluntad de rebajar el proyecto y recalcó que, tras una primera reducción «considerable» ahora se da un paso más para reducir esta infraestructura viaria.
El proyecto de construcción de la carretera ha generado un gran rechazo de sectores ecologistas hasta el punto de que se ha constituido un plataforma que agrupa a más de 70 entidades y que ha reunido más de 3.000 firmas.
En la sesión celebrada este martes, representantes de algunas de estas entidades criticaron que se intente construir una autopista rebautizada con eufemismos, algo que negó la consellera. «Medirá menos que la carretera de Manacor, que jamás se ha considerado una autopista», dijo. Añadió que ha pasado por un periodo de alegaciones y de exposición pública y reiteró que será la última gran infraestructura viaria que se construya en Mallorca ya que quedarán prohibidas por el nuevo plan de movilidad.
Garrido insistió en que era necesario intervenir en la carretera porque es una de las que presenta una mayor siniestralidad.