El número de afectados por el brote de hepatitis A detectado en un restaurante de Palma ha ascendido a 38, según las últimas cifras ofrecidas este viernes por la directora general de Salut Pública, Maria Ramos, quien ha confirmado que el brote no está cerrado y que todavía podrían detectarse nuevos casos de personas que podrían haberse infectado directamente en el establecimiento o por contacto con otros enfermos.
En su comparecencia, Ramos ha detallado la evolución de la investigación desarrollada desde que un médico de atención primaria informara a mediados de diciembre de dos casos de hepatitis A en dos personas que tenían en común el haber estado en el citado local.
El restaurante fue cerrado el 10 de enero después de una segunda inspección tras confirmar en aquella fecha que había hasta cuatro trabajadores del local afectados y en total se contabilizaban ya 22 enfermos por este virus. La directora general defiende la actuación y la decisión tomada por la inspectora en una primera visita el día 22 de diciembre, ya que en esos momentos sólo había tres casos, el trabajador se encontraba de baja. La inspectora, según Ramos, sí detectó «algunas deficiencias de higiene, de infraestructuras y de falta de formación del personal en manipulación de alimentos. Todas ellas se consideraron moderadas».
En este punto, ha detallado que la inspectora ordenó que requisaran y destruyeran todos los alimentos y que se desinfectase por completo el local y que se estudiara a todos los trabajadores.
La evolución del brote, el incremento del número de afectados y especialmente de más trabajadores, fue lo que llevó a ordenar el cierre del establecimiento entre el 10 y el 19 enero.
Ramos asegura que el establecimiento reabrió el día 19 de enero porque ha certificado todas las medidas que se le habían solicitado de prevención y también las deficiencias. No obstante, ha confirmado que sí habrá sanción, aunque no ha querido precisar la cantidad.