El brote de hepatitis A detectado en un restaurante de Palma ha llevado a muchos ciudadanos a interesarse por cómo es este virus, cómo se contagia y, sobre todo, cómo se trata clínicamente.
La hepatitis es una inflamación del hígado causada generalmente por una infección vírica. La hepatitis A se transmite principalmente cuando una persona no infectada (y no vacunada) come o bebe algo contaminado por heces de una persona que sí está infectada por ese virus.
La enfermedad está vinculada a un saneamiento deficiente y una mala higiene personal. «El contagio llega en ocasiones por contacto con agua que está afectada por este virus y entre personas por el contacto con heces contaminadas; la infección se produce por un contacto muy estrecho», explica la doctora María Antonia Vidal, por lo que resalta que «la higiene es muy importante». Por todo ellos Vidal recuerda que la vacunación contra la hepatitis A es aconsejable para personas que vayan a viajar especialmente a países en los que no haya saneamiento del agua o cuyas condiciones de salubridad no sean seguras.
El periodo de incubación de la hepatitis A suele ser de unos 14–28 días, por lo que los síntomas pueden aparecer semanas semanas del contacto con el virus. Los síntomas tienen carácter moderado o grave, pero es «benigna».
Fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, coloración oscura de la orina, heces blanquecinas e ictericia son algunos de los síntomas principales.