El Ajuntament gasta anualmente 700.000 euros en pagar la luz y el agua de los habitantes de Son Banya, así como el mantenimiento del poblado. En concreto, 350.000 euros en electricidad, 248.000 euros en agua y el resto en la recogida de basura y mantenimiento del poblado.
El director general de Benestar, Joan Antoni Salas, destacó que los residentes de Son Banya consumen el triple de agua y electricidad que la media de los españoles. Salas argumentó que el elevado gasto que Cort realiza en Son Banya es uno de los motivos que justifican el desmantelamiento del poblado, ya que se han demostrado que no ha sido positivo para la sociedad. La regidora de Benestar, Mercé Borrás, declaró que «en los años 70 se creó Son Banya como un recurso de integración y no se ha cumplido el objetivo, ha derivado en una maquinaria de exclusión social». Entonces pagaban una parte de los citados gastos, pero hace décadas que dejaron de hacerlo.
El Pacte pretende desmantelar el poblado en tres años. Salas explicó que hay unas 70 familias que no tienen otro lugar en el que vivir -15 de ellas con orden de desahucio- y señaló que unos 500.000 euros anuales serían suficientes para darles ayudas para alquiler y para reinsertarlos en la sociedad. Por tanto, Cort aún dispondría de 200.000 euros para ayudar a personas necesitadas del resto de la ciudad. Además, avanzó que con el tiempo este gasto se iría reduciendo significativamente, ya que a medida que se fuesen integrando en la sociedad no sería necesario darles estas ayudas. Sin embargo, los 700.000 euros anuales que se gastan en Son Banya no suponen ninguna mejora de las condiciones de vida de sus habitantes.