Loreto Amorós Rotger (Inca, 1971) es un fenómeno social en la red. En Twitter se acerca a los diez mil followers y en Facebook ha cubierto el cupo de 5.000. Conocida por sus mensajes provocativos, afirma que «me dan pena los que se espantan por el top less y luego son sumisos ante el expolio fiscal que padecen las Balears». Desde que se anunció su candidatura al Senado por Sobirania per les Illes, sus mensajes son escudriñados por segmentos de la derecha. Le buscan frases inconvenientes. Loreto tiene cuatro hijos, de entre 22 y cinco años.
—¿De dónde viene su afición a las redes sociales?
—Comencé con Facebook, pero hace seis años me fascinó Twitter. Expresar lo que sientes en 140 caracteres te abre mucho la mente. A través de las redes están surgiendo grandes comunicadores, con enorme talento.
—Tiene mensajes de contenido sexual y se anuncia partidaria del top less. ¿Por qué?
—Creo en la libertad. Y me da pena la gente que se espanta ante un top less y luego es sumisa ante el expolio fiscal que padecen las Balears, de tanto dinero y tanto sudor que se va a Madrid y no vuelve jamás. La represión sexual crea intolerancia. Y ésta es el origen de otras represiones, contra nuestra lengua, nuestra cultura y la opresión económica que sufrimos. Quien es sumiso acepta abusos. Yo he practicado top less toda mi vida. Igual que muchos miles de mujeres. Eso ha sido muy bueno para el turismo. La represión jamás nos ha ayudado.
—¿Por qué ha aceptado ser candidata al Senado?
—Es hora de defender lo nuestro, de que en las Cortes se escuche una voz balear no sujeta a directrices de Madrid. Somos la única candidatura estrictamente isleña, sin compromisos con nadie de fuera. Si saliese elegida me gustaría defender nuestros valores e intereses, nuestra supervivencia como pueblo. También luchar contra los prejuicios y el desprecio. Nuestra bandera es el amor a nuestra tierra.
—¿Qué son, de derechas o de izquierdas?
—Somos una candidatura transversal que engloba a todos los que creen en el soberanismo. Hay gente de izquierdas, como yo misma, que empecé militando en el PSIB en sa Pobla hace muchos años. Pero con numerosas personas de derechas a nuestro lado, codo con codo. Todos creemos en la libertad. Pondré un ejemplo. Hace años detectaron un tumor a un hijo mío, muy pequeño. Escribí un tuit y alguien me contestó: «Haber abortado, puta roja». Pero pronto recibí mensajes de ánimo y cariño. El primero fue de alguien del PP. Donde hay tolerancia, hay humanismo.
—¿Por qué habla de «follar» en sus mensajes?
—Lo he hecho en un contexto concreto. Igual que mis escritores favoritos, Henry Miller y Anais Nin, grandes talentos del siglo XX. Si llego al Senado intentaré luchar contra los tabúes. También dicen que me he metido con el arzobispo de Toledo. Solamente hice una ironía cuando afirmó que las mujeres deben saber soportar malos tratos. Critiqué una falta de afecto.
—¿Qué piensa del proceso catalán?
—Soy mallorquina, no catalana. Lo tengo muy claro. Me interesa ante todo nuestro futuro como isleños. Pero respeto el derecho a decidir. Nos hace mejores.