La parsimonia «exasperante» con que Miquel Vidal conduce el PP-balear conduce la formación al histerismo. A ello hay que unir el berenjenal de que el congreso regional lleva camino de dilatarse por tiempo indefinido a causa de la inestabilidad de Madrid, con Rajoy cada vez más en la cuerda floja. El gallinero está alborotado. Tal vez no haya congreso regional hasta finales de año o principios de 2017. Mientras «todo indica que Vidal toca la guitarra y se desentiende del mundo y de la bola».
Pero hay movimientos serios. Por un lado se habla de que el exconseller de Turisme Jaime Martínez está captando adeptos para organizar una «tercera vía» situada entre regionalistas y rodriguistas y que «está encontrando leales», ya que «el partido está muerto. Nadie va por la sede de Palma. Nadie imparte iniciativas. Nadie da órdenes». Los partidarios de Martínez consideran que «a poco que se mueva puede hallar no pocos seguidores entre unas bases hartas de impotencia, indefinición y parsimonia, principalmente fuera de Palma». Dicen que Martínez ya se ve presidente regional en su fuero interno si actúa con tacto, generosidad y actitud positiva.
Por otro lado, el aparato rodriguista no descansa. José María se ha tomado unos días de relax y distanciamiento tras la boda de su hija, pero algunos de sus partidarios se mueven con intensidad y decisión. Objetivo, llevar (aunque sea amarrado) a Miquel Vidal a una reunión de la directiva de Palma para que explique «porque el secretario general palmesano, Álvaro Gijón, fue marginado de la lista al Congreso y porqué los resultados fueron tan malos comparados con los de las generales del 2011».
En esta reunión, caso de que se produzca y de que Vidal acuda (que está por ver) se esperan intervenciones en la línea de la protagonizada por el exdiputado Rogelio Araujo en Inca la semana pasada ante el dirigente nacional Martínez Maíllo. Lo seguro es que los rodriguistas plantarán batalla en el congreso regional y que están buscando aliados, tal vez perfilando puntos de encuentro con esta «tercera vía» que se está articulando. El objetivo a batir son los regionalistas «que humillaron, vejaron y echaron a Bauzá, pero que ahora se demuestra que ni son tan homogéneos como dicen ni tienen las ideas tan claras como han hecho ver».
Mientras, como siempre ocurre en este partido, el PP Balear es un mar de rumores. El último dice que dos conocidos dirigentes regionalistas se han hecho socios y están montando una empresa de desratización y exterminio de insectos «con la mirada y el ratil puestos en Ayuntamientos amigos». Estos comentarios se hacen con retintín, ya que «a lo peor les da por querer desratizarnos a todos para quedarse ellos con el poder político absoluto».
En este contexto que «a veces ya roza el surrealismo» las noticias que les llegan de Madrid «no pueden ser más desalentadoras». Ya ven que «Rajoy no podrá formar Gobierno ni p'atrás» y que «cabe la posibilidad de que hayan nuevas elecciones generales a finales de primavera, eventualidad que aquí nos pillaría a todos a contrapié y en muy mala posición. Además de con Vidal tocándose las narices».