Solo 16 personas han asistido como público al juicio del caso Nóos que ha comenzado este lunes en Palma, con lo que han ocupado menos de la mitad de los 36 asientos reservados para los ciudadanos que quisieran acudir a la vista.
El juicio de Nóos es una audiencia pública, por lo que cualquier persona podía presentarse en la Escuela Balear de la Administración Pública, donde se celebra el juicio, y acceder a la sala por estricto orden de llegada.
Sin embargo, esta mañana nadie se ha quedado fuera, puesto que solo han acudido 16 ciudadanos interesados en presenciar en directo este juicio histórico.
De esta manera, la primera fila entera de los asientos para los espectadores ha quedado vacía y, después del receso que se ha hecho para comer, aún quedaban menos ciudadanos dispuestos a escuchar las peticiones de las defensas en la fase de cuestiones previas que se celebra hoy.
El público se ha sentado a un lado de los 18 acusados y en el otro flanco de la sala se han dispuesto 17 sillas para periodistas de medios nacionales e internacionales.
Al igual que los periodistas, los ciudadanos que se han presentado en el edificio del extrarradio de Palma habilitado para el juicio han tenido que pasar varios controles de seguridad y no podían portar teléfonos, tabletas, ordenadores, cámaras fotográficas ni cualquier otro dispositivo de comunicación o susceptible de registrar imágenes y sonidos.