Sin ninguna mención a la peripecia personal que le ha afectado estos días, el obispo de Mallorca, Javier Salinas, pronunció el domingo en la Seu la homilía de la eucaristía de apertura del Jubileo extraordinario de la Misericordia.
Salinas, que concelebraba con medio centenar de sacerdotes, recordó en su parlamento la llamada del papa Francisco a los cristianos para que el año jubilar sea especial y, textualmente, «el de compartir con el otro y vestir al desnudo». Añadió que la labor de Cáritas será decisiva en este sentido.