La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) ha instado este lunes al Ajuntament de Palma a «respetar el patrimonio que representa el monumento a las víctimas del hundimiento del crucero 'Baleares'» al considerar que «no se puede ignorar que entre los alistados en el ejército había muchos jóvenes mallorquines que fueron víctimas».
Según afirma ARCA en un comunicado, «quitar los rastros de la historia» demuestra «incultura y odio» ya que «son una oportunidad para explicar a nuestros hijos o nietos la barbarie que supuso el levantamiento y la destrucción de la voluntad popular con consecuencias tan dramáticas» y «educar para que no vuelva a pasar».
Además, aseveran que los monumentos, con el paso del tiempo, pierden el sentido original y se transforman en «elementos de la ciudad, hitos que ayudan a reconocer el paisaje», punto que también defenderán en una reunión con el concejal de Cultura de Palma, Miquel Perelló, el próximo martes 1 de septiembre.
La asociación ha subrayado que «pocas iglesias, palacios o incluso las pirámides de Egipto superarían un 'test' de derechos humanos» y que «la diferencia entre estos últimos ejemplos y el monumento ubicado en sa Feixina es que los hechos son más recientes y nunca ha habido un reconocimiento suficiente a todas estas personas».
«Resulta del todo incomprensible que los mismos partidos políticos que cuando gobernaba Aina Calvo acordaron conservar 'in situ' el monumento, aunque desnudándolo de toda inscripción o adorno laudatorio, ahora pretendan destruirlo o desmontarlo, que viene a ser lo mismo», han criticado.
CONSTRUIR PATRIMONIO NUEVO
De otro lado, ARCA ha propuesto que se cree en Palma un elemento escultórico de homenaje a «las personas que defendieron la legalidad y las libertades durante la Guerra Civil y durante la dictadura» ya que «no se pueden conformar con un par de placas en los lugares donde estaban ubicadas las cárceles fascistas ni con tener que ir al cementerio a rendir homenaje ante un mural».
La entidad ha considerado que sería «de justicia, didáctico y de valor patrimonial» crear uno en un lugar céntrico de la capital mallorquina, pero que nunca se debería «destruir un vestigio de un drama para muchos de mallorquines como fue perder sus seres queridos con el hundimiento del 'Baleares'».